La tele de Marat

Mientras pasea su cuerpo de liberal recalcitrante por las sucias calles de la capital del engaño, la mentira y el desencuentro, la dama de hojalata del PP  –ni siquiera tiene caché para ser de hierro- contribuye con su desdén y su impronta marchita a la pauperización de los madrileños. Su paje ideológico, el repeinado y deslenguado Güemes, pijo hasta decir basta, es el brazo ejecutor en el área de sanidad. Hecho que no deja de ser en sí mismo algo asquerosamente insano. Aguirre y Güemes, Güemes y Aguirre son los Pepe Gotera y Otilio del estado de bienestar, o sea, los ñapas, los chapuzas  a domicilio que se encargan de que en Madrid se viva cada día peor. Sólo que la vida, nuestra vida, no es un tebeo, por mucho que se la tomen a guasa los descarados politicastros que llegaron al poder tras el tamayazo.

 En las luchas de poder entre la condesa consorte y el  lobo con piel de cordero y cejas de koala, saltan por los aires los principios, las cajas, los Ratos, y la peonada se escupe a la cara las consignas de las ilustres piezas del tablero. La política madrileña es un ajedrez de sesos, tripas irredentas y riñones al vapor. Madrid es una casquería azulada, algo putrefacta y descuidada.  Aguirre y sus bobos repeinados quieren privatizar el alma de Madrid. Su deseo expreso, su interesado deseo, es acrecentar las diferencias entre los de su clase y los currelas, para que el personal trabaje  de sol a sol por la habitación y la comida, para que el Germinal de Zola vuelva a las pantallas del día a día, de la desesperación cotidiana. El modelo de vida al que nos vemos sometidos es una versión edulcorada de la esclavitud. Se impone la estandarización del pensamiento,  el  silencio, la ausencia de protestas, el miedo a perder el trabajo, el pánico a perder la casa después de sacrificados  pagos al banco que nos   sacó la sangre en forma de hipoteca. Madrid es la avanzadilla nacional de este sistema que garantiza una muerte infantil en el mundo cada cuatro segundos. ¡Y todavía celebran la caída de algunos muros!