Socios crédulos y sumisos
Mientras los socios del Real Madrid se dejen embriagar por las argucias de un empresario con una insaciable hambre de negocios, por el marketing y por la demagogia periodística, el club estará abonado permanentemente a la zozobra y al fracaso más estrepitoso. El fútbol no es ciencia, pero tampoco sinrazón. Anoche, un equipo francés sin grandes estrellas aniquiló las opciones del club global, del equipo que va arrancando estrellas de las constelaciones vecinas. Anoche un equipo de fútbol francés masacró a once jugadores individualistas. Anoche, la Marsellesa sonó mientras se lloraba a los sueños rotos de una afición a la que hipnotizan, una afición sumisa, dispuesta a creer en resurrecciones, milagros y lo que haga falta. El Bernabéu volvió a vivir un Big-Bang que desmonta los planes del exitoso empresario Florentino Pérez, el hombre que se ha abonado a la derrota en el mundo del fútbol. Firma autógrafos por la calle a la velocidad de la luz, pero el club que preside se hunde en el fango de la derrota.
ACS crece; el Madrid se encoge
¿Por qué ACS es cada día más potente y el Real Madrid más endeble e inconsistente? Pérez es el diseñador (desorganizador) de este equipo, el creador de esta filosofía basada en la prepotencia, la altanería y la demagogia. Secundado por la prensa deportiva, que le allanó el camino a la presidencia en un plan que ya quisieran dominar los estrategas de la guerra, Pérez gasta el dinero que no es suyo alegremente. Y paga tan bien con el dinero de los demás, que algunos lo consideran un “ser superior”. Los buitres ya no quieren carroña, prefieren la pasta.
Once juanitos
Las portadas segregan estupideces a diario, sandeces del tamaño del Mar Muerto. “Once juanitos”, decía ayer un titular hecho a base de vísceras, moralina e irracionalidad. A la prensa deportiva se le agota la imaginación hasta para el amarillismo. La suma de once juanitos hubiera sido cualquier cosa menos un equipo.
La soberbia de que hace gala el Real Madrid Club de Fútbol le procura un cada día más abundante grupo de enemigos. “Vamos a ganar 3-
Fracaso
El Madrid representa desde hace unos años la filosofía del fracaso. Los talonarios se acaban; la paciencia también. La mejor selección española de todos los tiempos ha triunfado sin Raúl, al que muchos quieren comparar –y ya es echarle imaginación, o descaro, según se mire- con Di Stéfano, Puskas y cía. La raíz del fracaso no hay que buscarla directamente en un entrenador empequeñecido y aturdido. No es tampoco cosa exclusiva de un vendedor de palabrería, de apellido Valdano. No, la raíz del fracaso se enreda en la fértil tierra de la credulidad de los madridistas, a los que les inflan el ego desde las páginas de la prensa deportiva. Es la prensa deportiva de feria y longanizas la que crea unas expectativas desmedidas. Y claro, siempre hacen bueno aquello de “más dura será la caída”.
El Madrid no es una orquesta, sino un montón de solistas tratando de brillar, pisándose los unos a los otros. Se disputan la partitura, en lugar de tener cada uno la suya, y así no hay forma. Los reproches entre los futbolistas merengues se vieron en el terreno de juego, y se escucharon a la conclusión del partido. El Madrid volvió a desafinar en Europa. Será que, como Beethoven, está perdiendo oído. Y no olvidemos que Ludwig van Beethoven no llegó nunca a escribir la décima.
Comentarios
Escrito por: .2011/01/18 19:31:22.932000 GMT+1