Paseo a oscuras por los pensamientos, con las manos en los bolsillos, pisando en silencio las hojas muertas que señalan mi camino. Hojas secas que perdieron la juventud, metáforas volátiles, descolgándose en lenta agonía, mártires del tiempo, como las ideas, como los días, como vidas insonoras, como las dudas que silba el viento. Paseo, dejando que las palabras traicionen la quietud y la aspereza del espíritu. Es una huida inmóvil, un sobresalto hierático, un espasmo aterradoramente inquebrantable, un chantaje de la razón embriagada por la desesperación y las penumbras de los sentimientos.
Apenas silencio, palabras dormitando sobre las cenizas de una realidad que despierta cada día puntual. Apenas luces para desenmarañar los tiempos de gozo, de contemplación. Apenas tiempo para dejar que la luz del sol dé vida a un rostro gélido. Apenas la vida, atrapada, enredada en zancadillas, en cadenas. Porque somos esclavos perdidos en vagas ilusiones, deslumbrados por la fugacidad de falacias y sonrisas estériles. Esclavos de lo incomprensible, programados para soñar con viajes hacia el inicio del fin y el fin de los inicios. Esclavos de una travesía por una vía muerta. Esclavos del instinto de supervivencia.
Paseo mirando las huellas de los que me precedieron en la duda, cambiando al azar el recorrido, sin destino, sin meta, sin conocer adónde me llevarán las palabras. Paseo tratando de entender el motivo del movimiento, el porqué de la reflexión. Paseo buscando motivos. Paseo nadando desde la desembocadura al nacimiento, desde la muerte a una vida que surgió incolora.
Paseo entre las letras, buscando la salida del laberinto. Y cuando por fin la encuentro, cierro los ojos y vuelvo a entrar.
Comentarios
No hay otra forma de ser que el propio camino...
Escrito por: Luis.2016/03/16 19:31:59.361479 GMT+1
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