No sé situar Bali en el mapa, pero sé que Antonio David Flores y Rociito tuvieron dos hijos en su matrimonio fallido.
Desconozco la esperanza de vida de un afgano, pero sé que La Cantora es el restaurante de la Pantoja, que esta semana sale en top less en el Interviú.
Ignoro cómo se llama la ministra de Ciencias y cosas de ésas, pero conozco al dedillo la lista de ex novios de Carmina Ordóñez.
No podría citar los últimos cinco Borbones que han reinado en España, pero puedo dar detalles de las amiguitas del príncipe Felipe.
No estoy enterado del número de parados que hay en España; sí sé, sin embargo, qué menú dieron Fefé y Nuria en su boda.
No tengo ni idea de cómo va el asunto Gescartera, pero pondría la mano en el fuego a que acierto cuánto ha entrado en la cartera de Jesulín por su última exclusiva.
No recuerdo el nombre de ese pescador al que se tragó el mar el pasado fin de semana, pero sé cómo se llama el ex de Mar Flores.
No tengo ni la más remota idea de quién fue Quintana, pero sí sé que Ana Rosa tiene un programa muy bonito por las tardes en Antena 3.
No he tenido la oportunidad de leer la «Lolita» del nosecuántos Nabokov, pero tengo en casa el último CD de la hija mayor de Lola Flores.
No sé qué está pasando en Belén, pero sé dónde ha veraneado la ex de Jesulín, la madre de su hija.
Desconozco qué es eso de la crisis de los misiles, de la que se habla ahora tanto, pero me sé de al menos cinco famosas que han encontrado en los cubanos buenas armas.
No sé qué provincias limitan con León, pero tengo claro que el de la Estefanía de Mónaco es domador de leones.
No sabría decir cuáles son las tres obras más destacadas de Ricardo Bofill, pero sé que tiene un hijo que está arrejuntao con la Paulina Rubio.
No conozco ninguna obra de ese tal Cabrera Infante, pero sí puedo asegurar que Dinio y sus hermanos no son tres tristes tigres.
No he visto nunca obras de Maruja Mallo, pero sí tengo en casa películas de Marujita Díaz, dedicadas por ella y por el Parada, que los vi un día a la salida del teatro.
No sé si la tal Curie fue una bailarina o una madame de alterne en París, pero sí sé que al curita Apeles se le atribuye una relación con Yola Berrocal.
No sé cuál es la moneda de Filipinas, pero acertaría a decir los nombres de los hijos de la Preysler. De todos sus matrimonios, que conste.
No sé cómo se llamaban las mujeres de Stalin, Churchill o Roosevelt; ni siquiera sé si se casaron, pero sí estoy seguro de que Milene, Mamen y Arancha de Benito son las esposas de Ronaldo, Raúl y Guti. Y podría seguir, eh.
No sé de dónde era un tal Séneca, pero sí sé que Vicky Martín Berrocal estuvo casada con el Cordobés.
Ignoro quién fue ese Ortega y no se qué de las masas, pero sí he seguido de cerca la vida de el torero que está muy enamorado de Rocío Jurado.
No sé nada acerca de Julio César, pero sí sé que Julio Iglesias llegó, vio y venció.
No sé quién fue la última zarina, pero sé que a Carmen Janeiro se la conoce como la Jesulina.
No tengo ni idea de quién fue Mata Hari, pero sí sé que Mette Marit es la esposa de Haakon de Noruega.
No estoy al corriente de las disputas entre India y Pakistán por esas tierras donde se hacen esos jerséis tan famosos, pero sí sé las que se gastan Carmen Sevilla y Karmele.
No sé cuántos niños iraquíes han muerto desde la guerra del Golfo, pero sé que Bush tiene una sobrina modelo muy guapa.
No puedo recitar ningún verso de Cernuda o Lorca, pero el otro día Boris Izaguirre soltó un pareado muy gracioso en Crónicas Marcianas, y se me ha quedado en la cabeza. Qué cosa.
No sé cuánto dinero deben los partidos políticos españoles, pero sé perfectamente a cuánto asciende la deuda de Concha Velasco.
¿Un yugoslavo llamado Tito? No me suena, pero de por ahí es el ex marido de Norma Duval.
No sé por qué, pero tengo la certeza de que sólo sé que no sé nada.
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