No sé si, como dicen, una imagen vale más que mil palabras. La brutal actuación de las llamadas fuerzas del orden en algunas manifestaciones acontecidas en España a favor de la paz y en contra de esta guerra miserable puede aclarar, ciertamente, mi duda. Porque conviene no olvidar que la orden para regresar a toda prisa a la escena del monolito del 2001 de Kubrick parte de alguien en concreto, un amigo de las odiseas que quizá se crea un dios preparando el juicio final. "Al carajo con el purgatorio", parece escucharse. "O están conmigo o están contra mí".
Algunas televisiones emitieron el pasado lunes una escena repugnante grabada por un videoaficionado. Repugnante, pero muy aclaradora. En pleno centro de Madrid un policía agrede injustificada y brutalmente a una ciudadana. Una imagen vale en este caso más que mil palabras, pero es más que probable que una sola palabra nos procure estos días mil imágenes como ésta.
Millán Astray gritó un día "Muera la inteligencia". Aquel cerril general jamás hubiera imaginado un cadáver tan exquisito ni un entierro tan concurrido.
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