Llevo unos meses esquivando la cita ante el televisor. Si acaso, lo he encendido para constatar el salto al albismo de Florentino Pérez y sus secuaces. Predicción sencilla que anoto en mi haber, junto a la frustración y los disgustos balompédicos.
Casi por descuido, el pasado fin de semana atendí a uno de esos escaparates de la actualidad estandarizada y envasada al vacío, o sea, al telediario. Era el de TVE. En el tiempo dedicado al deporte, el veterano Sergio Sauca, presentador de la cosa, informó de la muerte de Jesús Rollán, joven y popular ex jugador de waterpolo, campeón olímpico. Antes de despedirse, Sauca dijo que se trataba de un horror de noticia. Doy por hecho que la inmensa mayoría de las muertes son un horror de noticia. Pero me pregunto por qué esa coletilla, ese calificativo, esa adicción afectiva, ese juicio, no se repite una y otra vez, miles de veces, en cada noticiario, en cada vendaval de esas noticias trágicas que salpican los programas informativos. Sin ir más lejos, en ese mismo telediario, cuando la compañera de Sauca aseguró que en lo que va de año, 1.300 personas habían fallecido tratando de llegar en patera a las Islas Canarias. ¿Cuantos silencios llenos de horror hay, en fin, detrás de cada noticia?
Comentarios
Escrito por: Ma.2006/03/16 06:36:21.690000 GMT+1
Y además horror del de verdad, de aquí al otoño esos horrores, silenciados o no, no pararán. Aunque por supuesto el horror de las vidas cotidianas llenas de miseria son 365 días al año.
Uf qué manera de empezar el día, ¡qué horror!
Escrito por: marieta.2006/03/16 06:41:10.899000 GMT+1
hola
Escrito por: carlos caldas oyola.2006/03/16 17:24:6.706000 GMT+1
lomas