Los anuncios de cremas para las hemorroides suelen ser bastante ocurrentes. Algunas de las frases concebidas en ellos han pasado a formar parte de nuestro lenguaje cotidiano más irónico. Solemos decir muchas veces que sufrimos en silencio alguna desgracia, aunque no se encuentre precisamente ésta en nuestra retaguardia. Sin embargo, ¿cómo es posible que los creativos de publicidad no se hayan percatado aún de lo rentable y barato que les resultaría utilizar las imágenes de un par de presidentes para describir gráficamente los efectos de las hemorroides en la forma de andar de un ser humano?
¿Se han fijado en esa forma de caminar que tienen George W. Bush y José María Aznar? Es que le duele a uno sólo de verlo. Y encima, todo el día de país en país, de visita en visita, de inauguración en inauguración, de acción anticipatoria en acción anticipatoria, de misa en misa (con esos bancos de madera tan injustamente crueles).
Bush y Ansar (presidente de la república española) tratan de amortiguar al máximo su peso en su caminar diario. Eso sí que es sufrir en silencio. La musiquilla de los himnos les permite aliviarse con algún quejío bien disimulado, con algún lamentillo de esa afección tan dolorosa que padecen sin pestañear.
En la ejecución de sus pasos va incrustada esa dolencia mortífera, ese calvario, ese sufrimiento desconsolado, un martirio descomunal y aterrador. Ambos emprenden cada zancada atemorizados, llevan en ese rostro el sufrimiento desgarrado, pero mantienen el rictus de los hombres de estado. Si acaso, un hilillo de lágrima huidiza emprende su aventura durante algunos instantes, pero es sofocada rápidamente en un movimiento espontáneo y con la ayuda del siempre socorrido pañuelo.
Los creativos no habrán caído en ello, por evidente que resulte ver a ambos mandatarios caminar, pero se ahorrarían muchos quebraderos de cabeza y muchas tormentas de ideas utilizando el desfile oficial de ambos dirigentes. Está la cosa esa de los derechos de imagen, es cierto. ¿pero es que iban a poner pegas sabiendo que tendrían barra libre de cremita para las posaderas? (Y luego está aquello del "tú me das cremita, yo te doy cremita", pero eso ya depende de lo escrupulosos que resulten).
Porque digo yo: si no tienen hemorroides, ¿por qué coño andan de esa manera?
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