Cuentan que en un país cualquiera, al director de un periódico cualquiera se le ocurrió la genial idea de encargarle a uno de sus redactores jefes un informe sobre la plantilla. El escriba, pelotilla, o tipejo sin escrúpulos al que le cayó la tarea, la llevó a cabo sin pestañear y con nula sutileza. Uno de los apuntes de ese informe, realizado en un diario cualquiera de un país cualquiera, decía de una de las empleadas: "Se la ha tirado todo del departamento de maquetación". El resto del informe va en la misma onda.
El caso es que, finalmente, alguien filtró el documento-esperpento, y se armó la gorda, o la de dios. Al chivato, soplagaitas universal, le esperaron un día en el párking y le agradecieron su trabajillo con afectuosos abrazos. El director decidió darle unos días de vacaciones, no fuera a ser que recibiera más agasajos.
Y esto que les cuento es sólo una anécdota de lo que se coció en ese diario, donde su director, dice, perdió la razón. Quienes pasaron un día por esa redacción lo tienen claro: lo que mal empieza, mal acaba.
Menos mal que en España estas cosas no pasan, ¿verdad?
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Escrito por: Belén.2006/03/13 09:58:28.316000 GMT+1