No es la primera vez que pongo por aquí una entrevista hecha a Xabier Erkizia, pero como me pareció interesante la que le hizo Gorka Erostarbe para el diario Berria el 17 de junio, he traducido parte de ella. Allá va.
«Si hay hoy algo sobrevalorado es la comunicación»
La escucha es cuestión de actitud para Xabier Erkizia; y él sigue observando cualquier cosa que tenga que ver con el sonido, con la música, con el ruido, con el silencio. Continúa con el proyecto denominado Euskal Herriko Soinu Mapa (Mapa Sonoro de Euskal Herria), recientemente mezcló las canciones del disco Etzazuaka de Akauzazte, y está a punto de grabar el primer disco de Amorante. Acaba de terminar también la producción de Lagos Sessions, disco doble de Billy Bao, músico nigeriano residente en Bilbao. Este verano se publicarán este disco y otro titulado Communisation (Lagos Sessions es un trabajo grabado en Nigeria con músicos locales). Además, está mezclando un disco de los «Buenavista Social Club nigerianos». El grupo se llama Faaji Agba y todos sus miembros, salvo uno, han fallecido. Hace dos meses que terminó la postproducción de un documental dedicado a dicha banda y ahora está con el disco. Y no acaba aquí la lista de todos sus proyectos. Recientemente ha estado en Italia en un ciclo de conferencias dedicado a analizar la relación entre sonido e identidad.
Gorka Erostarbe: Al igual que sucede con los paisajes sonoros, tampoco es muy fácil captar la actividad de Xabier Erkizia.
Xabier Erkizia: Sí, puede ser. Siempre he tenido problemas con el concepto de carrera. Veía a músicos a mi alrededor y, normalmente, tenían claro qué pasos dar para desarrollar una trayectoria como músicos. Detrás de estos hay un rastro académico y yo siempre he tenido problemas con eso; seguramente por mi formación. No tengo especial interés en desarrollar una carrera. El pensamiento académico tiene una trampa: dónde está la llave del conocimiento. Muchas veces es el propio lenguaje quien expresa esas trampas. Por ejemplo, conservatorio. ¿Qué es lo que hay que conservar? No me siento demasiado cómodo bajo esa prisión, no porque piense que tenga un saber especialmente diferente, o que derivado de nuestra experiencia sea algo diferente... Para mí resultó muy importante dar el paso de la música al sonido; más concretamente, del sonido a la escucha.
Gorka Erostarbe: ¿Cuándo y cómo diste ese paso?
Xabier Erkizia: Pues fue consecuencia de una experiencia vital. Pulsas ese botoncito y con ese mínimo cambio te das cuenta de que casi entras en el mundo de la antropología, con la música como excusa.
Gorka Erostarbe: ¿La escucha es una cuestión de actitud?
Xabier Erkizia: Sí, sin duda. Siempre estoy dándole vueltas a estas cosas, y hay veces en las que me veo como un latoso, como si insistiera demasiado, pero luego es verdad que las cosas que me preocupan, también en el plano social, tienen muchas veces que ver con eso. Cuando hablamos de la actitud de la escucha estamos hablando de la política de la atención. Cambiamos dos palabras por sinónimos (atención/escucha y actitud/ política) y tienen el mismo sentido, pero cogen otra dimensión.
Gorka Erostarbe: Y a todos nos atrapa la política de la atención...
Xabier Erkizia: No hay más que ver Facebook y Twitter: hoy en día todos somos responsables de nuestra política de atención. Todos somos políticos en algún sentido. No todos tenemos un responsable de imagen, pero lo tendríamos si fuera posible.
Gorka Erostarbe: Somos nuestros propios responsables de marketing.
Xabier Erkizia: Y cada vez tenemos una mayor necesidad de hacer marketing de nosotros mismos. Es consecuencia de la sobredosis informativa. Creo que con la perspectiva temporal veremos con mayor nitidez que si hay hoy algo sobrevalorado es la comunicación. Prevalece la comunicación por encima del propio contenido. Parece una exageración o algo alarmista, pero estos últimos cinco años el cambio ha sido notorio. Si hoy le preguntas a un creador cómo le va con su último libro, disco... te responderán muchas veces: «Me han hecho un montón de entrevistas». Señal de que algo va mal... Y cada frase de este tipo es una vuelta de tuerca más, consciente o inconscientemente quien escucha eso piensa que en eso consiste el éxito.
Gorka Erostarbe: Y eso es peligroso...
Xabier Erkizia: Muy peligroso, porque se le da un mayor poder a la comunicación. Y ese proyecto que tiene facilidades comunicativas tapará al que tiene dificultades, sea por el idioma, sea por la complejidad... Siempre destacará Olatu Talka por encima de cualquier actividad. ¿Por qué? Porque uno no necesita explicación. Es pura comunicación, y eso tiene sus peligros, porque en esa pureza se mitifican algunas imágenes como, por ejemplo, la de ser un simple participante... Parece que en las ciudades hay un montón de gente aburrida, sin saber qué hacer, y que las instituciones públicas tienen que organizar un ocio aparentemente participativo para llenar de contenido a esos seres vacíos.
Gorka Erostarbe: Lo que dices tiene pinta de ser un abuso de poder camuflado.
Xabier Erkizia: Eso es fascismo y no participación. En principio, todos deberíamos estar de acuerdo en esa necesidad de una sociedad participativa, y en que eso tiene sus ventajas, pero tiene ese barniz populista del fascismo. Es una participación dirigida, con unas normas, cuando y donde nosotros queremos. Y luego ya no. Y eso es lo que sucede en estos macroeventos.
Gorka Erostarbe: En las sociedades contemporáneas se valora la capacidad de comunicar, sobre todo en los políticos y cargos públicos. ¿Pero no falta una capacidad de escuchar?
Xabier Erkizia: Sí, así es. Y es un tópico decir que no hacen autocrítica, y es verdad; pero, por ejemplo, hace poco leí una entrevista de Hasier Arraiz (Bildu) en la que hacía autocrítica; dijo que les había faltado escuchar a la gente y me alegré por ello. Prevalece una "informativización" de cualquier discurso. Deberíamos repasar la historia de la oratoria y ver, por ejemplo, que en la Grecia clásica quienes usaban la oratoria eran los filósofos o las personas capaces de transmitir un conocimiento. Luego, los frailes... Pero también estos dejaron a un lado la transmisión y comenzaron a sermonear. Cambió el tono y se creó esa especie de mantra. Y la actividad de los políticos de hoy en día la veo más próxima a ese mantra.
Gorka Erostarbe: Vamos, que hablan desde el púlpito.
Xabier Erkizia: Sí, y señalando con el dedo. Contando más con el dedo que con la voz. Han cambiado los modelos y el modelo más visible es el de los informativos. Personas neutras, lo más neutras posibles, tanto por su modo de expresión como por su físico... casi maniquíes; por ejemplo, los presentadores de ETB. Casi intocables. «¿Esto es de verdad?», piensas. Y me gustó esa autocrítica de Arraiz porque también se refería al contenido. Arraiz dijo más o menos que no habían sabido escuchar la voz de la ciudadanía. Mi opinión es que no han sabido escuchar porque se han pasado toda la legislatura obsesionados dando ruedas de prensa. Es decir, mensaje, mensaje, mensaje... Es una tendencia fomentada por la política profesional que luego se extiende a la sociedad y todos nos convertimos en un mitin constante.
Gorka Erostarbe: ¿Y qué hacer para que cambie la política de la atención?
Xabier Erkizia: Hay que crear sistemas para poner a los oyentes frente al problema y creo que el arte ahí puede ser, y de hecho lo es, una buena herramienta. Normalmente, llegamos a las actividades culturales bien preparados. Con la entrada comprada, con las canciones escuchadas, con alguna entrevista leída... Llegas cargado de expectativas. Y siendo eso sí, hasta qué punto estamos escuchando realmente. No vamos a ver un concierto de Anari, vamos a ver a Anari.
Gorka Erostarbe: ¿Cómo puede ser práctico el arte en este sentido?
Xabier Erkizia: El arte tiene capacidad para crear dudas, para elaborar preguntas, y cuanto más arriesgado y experimental sea, mayor capacidad tiene para ello. A veces, cuanto más absurdo sea, mejor. De ahí Soinu mapa y proyectos del estilo. Si tuviera que explicar este proyecto de manera crítica, diría: «¡Menuda tontería!». ¿Poner los sonidos en un mapa? Nosotros, quienes defendemos que los sonidos están en movimiento constante y que no se pueden limitar... ¡Y somos nosotros mismos quienes los metemos en un mapa y en un marco! Pero son formas de mostrar la realidad... Nadie pone en entredicho un mapa, quizá sí los límites, pero un mapa tiene una aceptación absoluta y tiene validez... Y poner un sonido en ese mapa es tan absurdo, tan contradictorio, que tiene la potencialidad suficiente como para hacer una pregunta al menos. El arte sirve para hablar, sobre todo, de la complejidad de la vida. Por tanto, poner en entredicho lo que entendemos por escucha puede tener influencia en la política de atención.
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