Es una frase que escuché hace unos cuantos años en boca del sociolingüista Kike Amonarriz y que he repetido muchas veces. Ahora más que nunca es el momento de reivindicar la extrañeza y la mala leche de aquella mujer.
Tal y como contó Kike la anécdota (mejor dicho, tal y como la tengo yo registrada en mi memoria), la mujer era vizcaína y tenía ya cierta edad. No recuerdo la pregunta, pero debía de ser algo así como qué le suponía o cómo se sentía al aprender euskera en aquel momento de su vida.
Y esa fue la respuesta: «Todos me corrigen, pero todos diferente».
Es mi sentimiento al leer opiniones, informaciones y gaitas varias sobre el COVID-19.
Pidamos a otra mujer que aporte algo de calma a este caos. Con ustedes, Natalia Lafourcade.
Denek zuzentzen naute, baina denek diferente, apunte hau euskaraz.
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