Esta mañana de domingo he leído a Mikel Irizar dando por acabada su etapa en la prensa, por lo menos en lo que se refiere a las colaboraciones fijas. Su primera aportación la hizo hace 33 años en Arrasate Press y su despedida la ha hecho en el medio que tomó su relevo, Goiena. Se ha retirado como comentarista, como opinador, pero aún seguirá en algún otro campo, aunque avisa que su retiro tiene ya fecha de caducidad.
33 urte egin eta banoa. Nire azken kolaborazio egonkorra. https://t.co/vgJBb3Gzj3
— Mikel Irizar (@mirizarintxaus) December 12, 2021
Cuesta saber cuál es el momento adecuado para bajar el telón. Porque a veces es la necesidad o el empeño de algunos lo que te empuja, otras veces porque hay que llenar el frigorífico a diario, sin olvidarnos del ego, muchas veces insaciable.
Esta misma semana hemos tenido en las redes en euskera una campaña para dar visibilidad a las mujeres en Twitter. Leire Narbaiza y Goizalde Landabaso fueron quienes lanzaron el reto en la celebración del 20 aniversario de Sustatu. No sé qué resultados tendrá a corto plazo, pero seguro que a largo plazo será otro paso más para darle la vuelta a la situación.
Esta misma mañana he leído la entrevista que el periodista Ignacio Pato Lorente le ha hecho a Javier Pérez Andújar en El Diario. Le han otorgado el Premio Herralde y la excusa del encuentro fue la publicación en Anagrama de la novela merecedora de tal galardón.
Esta entrevista de @ipatolorente a Pérez Andújar por su nueva novela es una delicia en las preguntas y en las respuestas https://t.co/mkfPzmkxkr
— Arturo Puente (@apuente) December 12, 2021
Al ser preguntado sobre el presente, el escritor de 56 años responde:
«Eso es para la gente joven. Mi presente se acabó en el 73. Todo lo que me gustaba es antiguo. La gente joven tiene que crear un mundo nuevo. La pandemia es la constatación física de que ahora viene otra época. No digo que sea peor. La gente tendrá grandes retos, como salvar el planeta, lo harán a su manera y también se les acabará en cincuenta o cien años. Tengo la sensación de ser de los últimos de una generación, me ha tocado ver cómo se acaba esa época y sé que no voy a ver cómo empieza otra. Es como cuando se acaba la ciudad y viene el descampado y no hay otra hasta llegar a la siguiente. Yo me he quedado en ese descampado. Cuando dices que se ha acabado el mundo, la gente pone cara de pena. A mí me da lo mismo. No siento nostalgia, he escrito este libro, oigo los discos que me gustan y hablo con la gente que me cae bien».
Esta misma semana escribió Amatiño en su blog que Europa tiene que afrontar un futuro difícil. No tengo ni idea de lo que nos deparará el futuro (te llaman porvenir, porque no vienes nunca, el verso de Angel González que tanto citaba Javier Ortiz). Tiene pinta que económicamente hablando será complicado, pero cualquiera sabe, quizá nos tengamos que mover en otros parámetros, no en los actuales.
En qué seguir creyendo, le pregunta Pato y responde Pérez Andújar:
«En lo mismo que hemos creído desde el principio de la Humanidad. En la intuición, en la sensibilidad ante la injusticia, en el compañerismo, en el amor a la gente. No podemos dejar de creer a pesar de que vayamos de derrota en derrota. Que tampoco son derrotas, son maneras de estar en el tiempo».
La respuesta a las crisis actuales huele a autoritarismo rancio que echa para atrás, pero creo que esto no es nuevo. Porque ya sabemos que las cloacas de los estados rebosan siempre de mierda, tal y como rebosan de agua muchos ríos y lugares de la geografía vasca tras las últimas lluvias.
Ángel González escribió también un poemario titulado Sin esperanza, con convencimiento. Pues eso. Siempre podemos hacer algo que alegre, facilite o suavice las condiciones de vida de gente que te importa, sea de acá o de allá.
Y mira, ya sé que hay personas cercanas por las que no muevo un dedo. Porque hay pozos oscuros y profundos a los que conviene no asomarse.
Pero en el caserío de Sosola hoy ha habido doble parto. ¡Dentro vídeo!
Garaiak, apunte hau euskaraz
Piska baterako entretimendua gurean..... pic.twitter.com/UYE8ckONpN
— Enrike sosola (@sosola2) December 12, 2021
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