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2008/11/01 23:45:00 GMT+1

Sustrai Colina entrevista a Iñaki Esnaola

Uno de los primeros números tras las vacaciones agosteñas de la revista Argia nos ofrecía una entrevista de Sustrai Colina con Iñaki Esnaola. Me parece interesante traer aquí lo dicho por este  ex-dirigente de HB ahora que está fuera del foco público y que ofrece pocas entrevistas. Pongo aquí mi traducción (euskara-castellano).

Iñaki Esnaola: "En vez de ir en serio con el enemigo, hemos ido a jugar con él"

Hay gente que te aburre antes de que abra la boca. Otros no te aburren, pero lo que dicen te entra por un oído y te sale por el otro. Son pocos los que te atrapan con su verbo florido, son pocos los carismáticos. Así es Iñaki, aunque su perro no le haga caso.

Sustrai: A mediados de la década de los sesenta, ¿cómo se le ocurre a un joven de Deba ser abogado?

Esnaola: Entonces, viviendo en Deba, era impensable pensar "voy a ser abogado". Los estudios de aquella época se reducían a módulos con la vista puesta en las fábricas y los peritajes técnicos de las universidades laborales de Franco. Casualmente, uno de mi cuadrilla que era algo mayor que yo eligió Derecho y gracias a ello comencé a ver más claramente cual sería mi camino. Pero no te pienses que lo hice por prestigio. En aquellos años, a los abogados se les llamaba abogadillo y, al menos en los pueblos, era una profesión menospreciada.

Sustrai: ¿No influyó en tu decisión el ambiente político y social de la época?

Esnaola: No, yo he recorrido el camino inverso. Fue al empezar a estudiar cuando comencé a aplicar y utilizar mis estudios en el proceso social y político. Entonces sólo había dos o tres abogados afamados en Gipuzkoa y la figura del abogado apenas tenía prestigio e importancia. ETA también empezaba entonces y hasta que se celebraron los primeros juicios por acciones de peso no se percataron de la importancia de los abogados. Cuando comenzaron esos juicios, yo estaba en plena carrera y vi claro lo que quería hacer.

Sustrai: ¿Es diferente la labor del abogado ahora que durante el franquismo?

Esnaola: En algunos aspectos, las trabas de entonces y las de ahora son parecidas. No diría que hayamos mejorado. Al contrario. Por poner un ejemplo, en la época de Franco las detenciones tenían un tope de tres días, si te detenían en San Sebastián declarabas en el juzgado local… El único problema era que los estados de excepción anulaban todas las leyes y hubo una época en que se decretaban con mucha frecuencia. Por eso se cometieron con el franquismo las barrabasadas que conocemos, porque la legislación ordinaria era más fácilmente soportable que la actual. Cada vez que oigo que con la democracia se han garantizado los derechos, pienso que eso será en Francia, porque han alargado el periodo de incomunicación, han endurecido las condenas, las leyes son más severas… Como no se atrevieron a democratizar la dictadura, han dictadurizado la democracia.

Sustrai: Esa dictadurización de la democracia influye en la militancia y el compromiso de la gente?

Esnaola: Sin duda. Es verdad que en tiempos de Franco había más implicación, pero no compares el peligro y el coste personal que suponía la militancia entonces y ahora. Entonces, si eras colaborador de ETA te librabas con seis meses de cárcel, ahora nadie te quita seis años de prisión. Por tener un comando en casa, ahora puedes pasarte diez años a la sombra y entonces normalmente con un año quedabas en libertad condicional. Eso animaba mucho a la gente. Muchísimo.

Sustrai: Si las condenas son números y los números no engañan, da que pensar…

Esnaola: A mi edad puede ser frustrante pero no lo es, porque aprendes que la vida es así. Entonces pensábamos que a los dos meses de la muerte de Franco seríamos independientes, parecía que todos éramos independentistas o, al menos, favorables al derecho de decisión. Pero ya han pasado 33 años desde la muerte de Franco y te das cuenta de que el sistema siempre encuentra caminos para joderte. Hoy, ¿cómo ves la independencia de Euskal Herria? ¿Merece la pena pelear? ¿No lo merece? Si no fuera por la lucha, ¿cómo estaría este pueblo? ¿Qué es lo que tenemos que hacer aquí? ¿Debemos continuar así dos o tres generaciones más? Mucha nebulosa para cosa buena. Si tus ilusiones ves que van decayendo poco a poco, no te queda más remedio que pensar que sucede lo mismo con las ilusiones de los demás.

Sustrai: ¿A qué se debe este declive de las ilusiones?

Esnaola: Todo está atado. Hemos pasado de pensar, cuando murió Franco, que esto estaba solucionado a ver a partidos políticos que hasta entonces eran símbolos del cambio mezclados en juegos interesados. Decían que debíamos conformarnos con lo que teníamos, que debíamos dejar para más adelante objetivos más ambiciosos. Los del PSOE seguían siendo tan autonomistas y españolistas como en la Guerra Civil, el PNV jugaba con ello, el Gobierno de Madrid amenazaba con enviar al ejército si se superaba el marco vigente y, mientras tanto, en la izquierda abertzale pensábamos cómo salir de ese atolladero. Con el paso de los años, nos dimos cuenta de que a través de la organización armada teníamos una posibilidad de negociar con el Gobierno, pero no fue posible, porque en todo momento todos querían todo. Por si esto fuera poco, en 1989 cae el Muro de Berlín, desaparece el Este y el triunfo del sistema occidental cambia por completo el concepto geopolítico mundial. Por este motivo, los partidos políticos se convirtieron en nidos de funcionarios y ves que  algunas personas llevan 30 años agarradas a su porción de poder. Si a ello añades el declive del movimiento callejero, ¿cómo no te vas a desanimar? Es desesperante. Me cuesta decirlo, me fastidia decirlo, pero el sistema está ganando. No digo que vaya a ganar, pero está muy arraigado.

Sustrai: Ya que has citado las negociaciones, ¿se ha negociado lo mismo en Argel que en Loiola?

Esnaola: Lo negociado es lo mismo, pero cuando vas a sentarte a la mesa has de saber cuáles son tus fuerzas. Has de tener clarísimo qué es lo que quieres, para qué quieres utilizar esa negociación. Ahí hemos metido la pata. Más que ir en serio con el enemigo, hemos ido a jugar con él y, además, estamos orgullosos de ello. Siempre nos ha parecido que lo teníamos ganado y las cosas no son así. Si analizas la proporción del voto nacionalista y no nacionalista en la Comunidad Autónoma Vasca, hoy es muy semejante a la de 1976. ¿Dónde tenemos la mayoría? ¿En Álava? ¿En Navarra? ¿En Iparralde? Somos mayoría en Lizartza, felizmente. Si no tenemos esto claro, es difícil concretar los pasos a dar. Pero claro, aquí todos quieren su parte y antes de ceder algo para lograr una solución, prefieren mandarlo todo a la mierda. Eso ha sucedido siempre y mientras sigamos pensando que somos la leche, sucederá así. Pongamos de una vez los pies en la tierra. No somos más que una parte, una parte mayoritaria según las elecciones celebradas en la CAV.

Sustrai: Las malas lenguas afirman que los temas a negociar están a la baja.

Esnaola: Inevitablemente y, a pesar de todo, a veces pienso que pedimos demasiado. Tengo la impresión de que hubo una época en que se podía negociar mucho, pero ¿qué puedes sacar en limpio si negocias ahora? Como mucho, lo justo para una cena para dos personas en Arzak. Si lo sabemos, ¿qué es mejor: seguir como hasta ahora o fortalecerse y hacer política? Para realizar esta apuesta sería necesario conocer la capacidad de la organización armada, saber cuánto beneficia y cuánto perjudica a este ritmo a la izquierda abertzale y a Euskal Herria, y si los otros partidos hacen política para sacar adelante sus ideas o para mantener su estructura. Desgraciadamente, hemos puesto los partidos por delante de los objetivos políticos. Aquí la gente vive para su partido y los partidos no tienen otra cosa en la cabeza que sus objetivos a corto plazo. Mientras los partidos pretendan vivir bien, mantener sus estructuras, tener dinero y poder, nuestro esfuerzo será baldio, haya o no haya rebajas.

Sustrai: ¿Crees que en la actual situación la izquierda abertzale puede hacer política?

Esnaola: Mientras tenga con ETA la relación que tiene ahora, no. Está atrapada por todos lados. Habrá quien diga que ahora hacen política, ¿pero qué es hacer política? ¿Ir al Parlamento Vasco, estar en el Ayuntamiento, querer entrar en el Parlamento Navarro y quedarse ahí porque no se puede ir más allá? Ha pasado el tiempo suficiente para saber hasta dónde podemos llegar con lo hecho hasta ahora. No sé si será mejor o peor, pero creo que es el momento de experimentar otras opciones y estrategias.

Sustrai: ¿No resulta peligroso ser visionario y experimentar en política?

Esnaola: Hoy, si estás en contra de la dirección, vete a casa y ponte a leer libros. No tienes nada que hacer. Antes también era así, pero lo de ahora es exagerado. Cada partido tiene sus pequeños marcos y se necesitan muchos años para cambiarlos. Pero la gente continúa ahí y, finalmente, no sabes lo que defienden, si intereses personales, partidistas o nacionales. Será verdad que hay gente hábil a la hora de conciliar intereses personales y partidistas. Yo no lo intenté jamás y si lo hubiera intentado no creo que habría acertado nunca.

Sustrai: ¿Por eso te fuiste a leer libros a casa?

Esnaola: Yo siempre he defendido que debíamos hacer lo que nos decía la militancia de la izquierda abertzale y no marcar a la militancia nuestra política para que la aplicara en la calle. No fue por casualidad que esa fuera una diferencia notoria entre ETA militar y ETA político-militar. Cuando murió Txomin Iturbe, la dirección comenzó a marcar la estrategia y creo que, en general, ha sido negativo para la izquierda abertzale. Yo pretendía seguir con los esquemas que había hasta entonces, continuar como si formalmente no hubiera cambiado nada, pero me decían por lo bajinis que debía dar por finiquitado lo hecho hasta entonces. No me pareció justo y me fui a casa. ¿Qué opciones tenía? ¿Hacer públicas mis verdaderas ideas y que fueran aprovechadas por los otros partidos para darle caña a la izquierda abertzale? Eso sí que no. Es verdad que fue duro, porque sólo cinco personas se dieron cuenta de lo que sucedió realmente, las demás creían lo que decía la dirección y como yo estaba callado… Fue un trago amargo, había que pasarlo y lo pasé.

Sustrai: La noche del 20 de noviembre de 1989 tampoco sería una noche muy feliz. Atentado en Madrid, Josu Muguruza asesinado, tú gravemente herido…

Esnaola: Tenía asumido que, haciendo el trabajo que hacía, y yendo tres veces por semana a Madrid, iba a suceder algo así. Creía que atentarían contra mí por mi labor como abogado de presos; en cambio, lo hicieron por mi trabajo político. Tras el atentado seguí igual en política, sólo dejé de desplazarme a Madrid. No se resintió el convencimiento que tengo en mis ideas. Peleaba contra esa gente antes del atentado y lo he seguido haciendo después. Aunque hay personas que lo han interpretado de otra manera, el atentado no tuvo nada que ver con mi decisión de abandonar la política.

Escrito por: iturri.2008/11/01 23:45:00 GMT+1
Etiquetas: sustrai_colina euskalaberia iñaki_esnaola traducciones euskal_herria argia | Permalink | Comentarios (4) | Referencias (0)

Comentarios

Te agradezco la traducción... un saludo.

Escrito por: Helua.2008/11/02 13:34:27.932000 GMT+1

Escrito por: iturri.2009/01/26 15:29:0.587000 GMT+1

Aupa IÑAKI, hi bai haizela tipo haundia.

Escrito por: BZ.2011/09/24 23:20:53.589000 GMT+2

te pasa algo?

Escrito por: yolanda.2012/01/27 09:51:43.185000 GMT+1

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