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2007/05/13 15:30:00 GMT+2

Pello Zubiria entrevista a Sánchez Erauskin (II)

Viene de aquí.

La política

Pello: También te has dedicado a la política. Quien desee saber más sobre tu vida, podrá encontrar en Google un documento que te sitúa en la primera Mesa Nacional de Herri Batasuna.

Xabier: Estuve en la primera Mesa Nacional que se presentó en Bergara con Telesforo Monzón a la cabeza, representando junto con dos personas más a Araba. Estuve dos años en esa estructura, trabajando y tomando parte en todas las reuniones. Durante esos años fui liberado de mis compromisos periodísticos. Lo dejé porque comencé nuevamente en Egin y estaba continuamente en Hernani, y así no podía desarrollar como es debido mi trabajo como representante de Araba.

Pello: ¿Qué sientes al recordar aquella Herri Batasuna y el trabajo que hicisteis?

Xabier: Surgió en una situación especial. No sabíamos hacia dónde nos dirigíamos. En Herri Batasuna estaba la izquierda más izquierdosa, LAIA. Eso por un lado, porque por el otro estaba Monzón, quien no escondía su cristianismo y demás. Había partidos difícilmente coincidentes como HASI, ESB, LAIA, ANV. Y había también independientes, cada uno de su padre y de su madre. Una de nuestras señas características era el nacionalismo y la otra el hecho de ser de izquierdas, y algunos se inclinaban más por un lado que por el otro. Entre los independientes estaba José Ángel Iribar, entonces portero del Athletic, allí estaban también Jokin Gorostidi, Jon Idigoras, Patxi Zabaleta... Por Araba, tres independientes: Javier Añua, Javier Palacios y yo. En LAIA estaba Urrestarazu, Aldekoa en ESB, Ziloaga en HASI, etc.

En aquella época hicimos acciones sonadas. Nos encerramos en las diputaciones y nos sacaron a la fuerza, primero en la de Bizkaia, luego entramos en el Ayuntamiento de San Sebastián y también nos sacaron a la fuerza, y de allí nos fuimos a Vitoria, porque el de Pamplona ya estaba cerrado para entonces. Nos sacaron a rastras de la Diputación. Permanecimos dos días arrestados en comisaría. Pedimos estar todos juntos y dormimos en unas colchonetas. En la calle había manifestaciones. También acudimos a la cárcel de Soria, porque había un numero grupo de presos vascos allí.

Pello: Y de todas esas tendencias que has citado antes, ¿en cuál estabas más cómodo?

Xabier: Yo era monzonista. Telesforo traía el mensaje de la Guerra del 36 y, al mismo tiempo, seguía en la trinchera. Ideológicamente no coincidía enteramente con esos planteamientos, porque en mi trayectoria había caminado más por posiciones cercanas a la izquierda que por el nacionalismo. Aunque era también muy abertzale, lo que predominaba en mí era el izquierdismo. Cuando estuve en Madrid, anduve con diversas personas de la oposición, pero estaba muy cómodo con los compañeros de ORT, EMC, PTE y fuerzas similares. Al mismo tiempo, estábamos muy unidos al movimiento del País Vasco.

Durante el último periodo de excepción, en 1975, editábamos Noticias del País Vasco. Este boletín lo confeccionaba principalmente gente de Zornotza y ahí estaban Juan Mari Arregi –quien firma como Daniel Udalaitz en Argia-, un tal Berio, etcétera, pero el conocido capitán Hidalgo de la Guardia Civil los controlaba muy de cerca. Por ello, los de Zornotza recogían información de todo el País Vasco –a escondidas, utilizando teléfonos públicos…- y luego nos lo pasaban. Nosotros hacíamos el boletín en la multicopista y lo repartíamos allí para que las noticias volvieran nuevamente aquí.

Pello: Ya hablaremos después de ello. Pero dime algo sobre Telesforo Monzón...

Xabier: Para mí, Monzón representa la historia de la lucha del País Vasco. Era una personalidad, tenía un toque aristocrático pero al mismo tiempo una gran sencillez, una especie de aura. Podía compartir contigo algo que te sorprendía. Anduve con él durante la primera campaña de HB y me tocó ir a mítines, a grabar vídeos, etc. Con aquel aire aristocrático que le caracterizaba, era capaz de comer cualquier cosa en cualquier sitio, se adaptaba fácilmente.

Bergamín contaba que en plena guerra, cuando el Parlamento español se reunió en Cataluña, estando Barcelona a punto de caer en manos franquistas, Monzón habló en aquel foro. El Gobierno de Madrid también estaba allí y Zugazagoiti, ministro del Gobierno Negrín, debió de preguntar: “¿Quién es este vasco que habla castellano mejor que nosotros?” Tenía la oratoria de los antiguos parlamentarios y, además, era poeta.

Pello: Por lo demás, ¿de cuál de todos aquellos grupos que formaban HB te encontrabas más próximo?

Xabier: Puede que por ideología estuviera más cerca de HASI. Y digo ideológicamente, porque nunca estuve en sus filas, a pesar de tener buenos amigos en ellas. Por ejemplo, me llevaba muy bien con Txomin Ziloaga. Lo mismo que con Patxi Zabaleta. Al mismo tiempo, habría gente que pensara que yo era próximo a Euskadiko Ezkerra, por ser amigo de Iñaki Mujika Arregi “Ezkerra”: publiqué en la editorial Mugalde Cuerpos Represivos, Disolución, Txiki y Otaegi, Que se vayan y Que se vayan ya. Hubo también una revista llamada Euskadi Sioux y para ponerla en marcha se creó Euskadi Circus. Y yo era el director, fue registrada a mi nombre, después de pagar 300.000 pesetas de la época.

Pello: No sé si te apetece mucho hablar del camino seguido por HB y de lo que es hoy día.

Xabier: Aquella HB era muy diferente de la de hoy en día, pero la situación tampoco tenía nada que ver con la actual. Entonces era posible reunir en una misma coalición gente… no diré derechista, pero sí centrista, y personas de extrema izquierda. HB surgió en unas elecciones municipales en una situación paradójica: en muchos pueblos donde no había representantes de HB, dejó su sitio a otra gente. Yo te puedo contar lo que sucedió en Vitoria porque fui testigo de ello.

En Vitoria queríamos formar una coalición de izquierdas que fuera más plural que HB. Queríamos a los de Euskadiko Ezkerra para presentarnos con ellos, nosotros, las asociaciones de vecinos, las de jubilados… Además les cedimos los primeros lugares a estos, a los de las asociaciones. Se dieron situaciones semejantes en muchos pueblos. Es cierto que cada partido desconocía cuál era su fuerza real en votos y que, hoy en día, con los años que han pasado, esto no sería viable. Tenía un punto ácrata, porque también yo tengo algo de ello y ahí me siento a gusto. Las asociaciones de vecinos, los grupos ecologistas y demás estaban como pez en el agua en ese ambiente. Hoy las cosas no son así.

Pello: Luego hemos visto tu nombre como firmante de manifiestos de Elkarri, colaboras en Herria 2000 Eliza declarando que no eres creyente… Xabier Sánchez Erauskin, ¿dónde, en qué partido o movimiento político se ve mejor reflejado?

Xabier: Ahora tampoco me veo representado en ningún sitio. Quizás me sienta más cercano de Aralar.

Pello: ¿Qué le ves a Aralar?

Xabier: Me parece que recoge, de alguna manera, las tesis izquierdistas que algunos teníamos en una época, con sus matices, y que por otro lado su nacionalismo es indudable. Aralar soporta una carga pesada: la operación que en su día hizo Euskadiko Ezkerra. Es decir, que hay gente que piensa: “estos serán la segunda edición de EE”. Pero dejando a un lado ese precedente, me veo cerca de Aralar. Incluso sus más duros detractores han de reconocer que está en la izquierda abertzale. No estoy defendiendo ciegamente a Aralar, no soy militante, pero los parecidos ideológicos son obvios. Tiene características claras de la izquierda, así como del nacionalismo.

Además, Aralar tiene una actitud clara contraria a la violencia. Yo he estado en HB y sé que allí aceptábamos la violencia como un componente de la historia de este pueblo y, entonces, ¿cómo estoy ahora más cerca de Aralar que de Batasuna? Porque Aralar hace una apuesta clara para que este proceso tenga soluciones políticas y no armadas. La lucha armada tenía razones evidentes durante el franquismo y la posterior Transición. Nadie pone en duda que fuera legítima durante el franquismo. Luego vino la Transición y algunos, entre ellos Bergamín, decían que era continuación del franquismo, no sólo en las formas, que también había continuismo en el contenido y en las autoridades. Las autoridades franquistas controlaron absolutamente la Transición, como se vio más tarde en el desarrollo autonómico.

Creo que la lucha de ETA era aceptable en otra época, pero hoy veo que, además de ser baldía, es perjudicial. Sé que yo también he justificado a ETA. Reconozco que he tenido grandes contradicciones. Siempre me he posicionado contra la pena de muerte, en el caso de Txiki y Otaegi hice pancartas contra la pena de muerte, y me doy cuenta de que durante largo tiempo he estado a favor de la pena de muerte. Además, a favor de una pena de muerte mucho más indiscriminada, porque se imponía por llevar un determinado uniforme.

Es un problema complejo. Es cierto que el franquismo lo envenenó todo y que el problema del País Vasco es complicado. Mi punto de partida está en el nacionalismo porque Euskadi es mi pueblo. Pero al mismo tiempo, quizá con el paso de los años, mi pensamiento se ha hecho más humanista, le doy más importancia al ser humano. Y no sé si una bandera se merece la vida de una persona… no lo sé, pero me lo pregunto a mí mismo.

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Escrito por: iturri.2007/05/13 15:30:00 GMT+2
Etiquetas: erauskin traducciones zubiria argia | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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