En esta entrevista de Daniel Martirena, aparecida en el número de enero de 2003 de la revista Elkarri, Oier habla de sus peripecias. El original, en euskara, está accesible aquí.
Oier Gorosabel no suponía, cuando acudió junto a otros miembros del foro de internet “Diáspora Vasca” a la manifestación celebrada en Bilbao el 14 de septiembre de 2002, que iba a conocer la cárcel durante unas cuantas semanas. Él y su amigo Pablo Girón se desnudaron ante la Ertzaintza para evitar que ésta cargara contra los manifestantes. Sus cuerpos desnudos fueron portada de los medios al día siguiente. Ese gesto le costó su detención, varias semanas de cárcel y la incertidumbre de un juicio.
Varias frases a resaltar:
“Las cárceles son basureros”.
“Si son capaces de hacerle esto a una persona que no es de la Izquierda Abertzale, qué no le harán a alguien de la Izquierda Abertzale”.
“No tengo ninguna confianza en los políticos. Han demostrado durante muchos años que son incapaces de solucionar este conflicto”.
ELKARRI.- ¿Por qué en Bilbao?
OIER GOROSABEL.- Pablo y yo somos miembros de un foro de internet llamado “Diáspora Vasca”. En él, nos juntamos vascos de todo el mundo interesados en la solución del conflicto de nuestro país. Este foro de debate se mueve en torno a tres parámetros: paz, democracia e independencia para Euskal Herria. Cuando algún miembro foráneo viene a Euskal Herria (a fin de cuentas, ellos son los protagonistas del foro), nos reunimos. Como estaban aquí algunos vascos provenientes de Uruguay, Aragón, Argentina, Galicia y París, habíamos decidido hacer una comida ese día, antes incluso de que se convocara la manifestación. En la reunión, decidimos ir a la manifestación en nombre del grupo.
ELKARRI.- ¿Qué tipo de gente se acerca a “Diáspora Vasca”?
OIER GOROSABEL.- Se reúne gente de ideologías diferentes. En la diáspora, al igual que en Euskal Herria, hay gente de sensibilidades e ideologías diferentes. Pero, mientras nosotros aquí no nos podemos ni ver, ellos son capaces de pasar por encima de las diferencias (a veces muy profundas) y de trabajar buscando y encontrando puntos de acuerdo. Es decir, tenemos mucho que aprender de ellos. Así, Pablo y yo no estábamos de acuerdo con la ilegalización de Batasuna, aunque nosotros no seamos miembros de Batasuna, ni seamos nacionalistas, ni estemos a favor de ETA. En aquella manifestación se reunió mucha gente. Algunos eran o estaban a favor de Batasuna. Sin embargo, otros muchos no. Se dijo que aquella era una manifestación de Batasuna. Mentira. Aquella no era de ninguna manera una manifestación de la Izquierda Abertzale.
ELKARRI.- Todavía os recuerdo desnudos delante de los ertzainas. Luego, en el suelo. Más tarde, a rastras.
OIER GOROSABEL.- La decisión de desnudarnos fue algo que surgió de repente. No habíamos acordado nada parecido. En aquella manifestación había un montón de gente pacífica. No hubo ningún ataque. La policía estaba lista para la carga. Había un camión con un tanque de agua a presión listo para intervenir. Vimos que habría incidentes. La policía hizo un amago de cargar. Pensamos que se iba a producir una carnicería. Una chica con muletas se puso frente a los policías. Entonces, me desnudé y me puse a su lado. Con mi desnudo quería expresar que la manifestación era pacífica, sin ningún arma y sin ningún afán de atacar a nadie. Pablo vino inmediatamente y, después, seis o siete personas formando un cordón de seguridad para detener la actuación de aquellos ertzainas enrabietados. Se vio en la televisión. Estuvimos de pie, con las manos levantadas.
ELKARRI.- ¿Con qué sensación te has quedado?
OIER GOROSABEL.- Creo que había que responder ante aquella gran injusticia. La sensación que tengo ahora es que actuamos correctamente. No sólo nosotros. Todo el mundo respondió de forma positiva. La gente se sentó en el suelo, a merced de los chorros de agua. No se respondió de ninguna manera al ataque de la policía y por eso fue todo tan llamativo. Como no se ha hecho en muchas otras manifestaciones, en Bilbao no se respondió de la misma manera. Por ello quedó tan en vergüenza la policía. Fue una respuesta no violenta y, al mismo tiempo, desobediente. Creo que este tipo de respuestas tienen una fuerza tremenda.
ELKARRI.- ¿Crees que este tipo de actuaciones no violentas y desobedientes son suficientemente fomentadas?
OIER GOROSABEL.- No lo suficiente. Han aparecido varios grupos que trabajan con esta filosofía: Demos, Desobedientzialariak, Zuzen Ekintza Taldea, ABK, pero cuentan con poca gente. Yo creo que este camino es muy interesante. Los resultados a nivel político son nulos. Los resultados a nivel militar son nulos. Habrá que encontrar algún otro camino. La gente está muy quemada en este pueblo. Ya no tienen ninguna confianza en los políticos. La desobediencia civil y pacífica es el camino para que, de una vez, los ciudadanos tomen el protagonismo. Habría que intentarlo. Llevamos muchos años en un callejón sin salida y para superarlo deberíamos intentar nuevos caminos.
ELKARRI.- Terminasteis en la cárcel de Basauri, bajo la acusación de “apología del terrorismo”, “desórdenes públicos” y “atentado contra la autoridad”.
OIER GOROSABEL.- Ni Pablo ni yo conocíamos la cárcel por dentro. Ha sido una buena lección. Pienso que todos deberíamos pasar algunas semanas en estos sucios agujeros para conocer qué es la cárcel. El mundo de dentro es un sub-mundo, un sub-mundo que jamás puedes imaginar desde fuera.
ELKARRI.- ¿Qué fue lo que más te ha sorprendido?
OIER GOROSABEL.- Sobre todo, hubo dos cosas que me sorprendieron. Por un lado, descubrir que en la cárcel todo es suciedad y podredumbre. Por otro lado, me ha sorprendido ver con mis propios ojos hasta qué punto se auto-destruyen las personas en las cárceles. Claro que todo el mundo sabe que las cárceles no reinsertan a nadie, no reeducan a nadie. Una cosa es saberlo y otra verlo con tus propios ojos. Esto sucede, sobre todo, con los presos sociales. Los presos políticos (de ETA, okupas, de la izquierda abertzale, anarcos...) formábamos un grupo, aunque fuéramos de ideologías diferentes. A pesar de que los carceleros nos trataban peor, teníamos un apoyo y una fortaleza ideológica. Los presos sociales están totalmente perdidos. El individualismo, el matonerismo, el chivatismo, las drogas... son el cuento diario y los carceleros no hacen casi nada para evitarlo.
ELKARRI.- ¿Hasta qué punto es desconocida la situación que se vive en las cárceles?
OIER GOROSABEL.- Es totalmente desconocida. El aislamiento entre el exterior y el interior es muy eficaz. Dentro de la cárcel, no puedes tener una grabadora ni una cámara de fotos. De lo contrario, fuera se vería la situación intra-muros. Además, en mi caso, no he tenido nunca a ningún familiar en la cárcel. Cuando veía carteles de Gestoras o de otros grupos a favor de los presos, pensaba para mí: ¡Joder! Estarán mal en la cárcel y necesitarán nuestra solidaridad. Pero una cosa es ver ese cartel y, luego, ver desde dentro cuál es la situación. Para nosotros y para nuestros familiares. Quiero decirlo claramente: desde el momento en que fuimos detenidos, pasamos a ser basura. Las cárceles son basureros.
ELKARRI.- ¿Cómo vivió la familia tu encarcelamiento?
OIER GOROSABEL.- Muy mal. Era una realidad que no conocíamos de cerca. Sin embargo, al igual que ha sido válida para mí, también lo ha sido para que la familia supiera cómo vive el preso y la familia del preso. Esto se desconoce hasta que te toca vivirlo en tu propia carne.
ELKARRI.- ¿Has percibido alguna utilización de tu detención?
OIER GOROSABEL.- Lo que he visto claramente es que da lo mismo qué ha hecho una persona cuando es acusada de algún delito de terrorismo. En nuestro caso, la metedura de pata fue doble. De un lado, la actuación de la Ertzaintza fue a lo loco. De otro lado, además, los dos que tomaron para su escarmiento no eran los adecuados. No éramos de Batasuna, ni de la Izquierda Abertzale, ni de ETA ni de ningún lado. Eso lo desconocían cuando nos denunciaron. Lo supieron después.
ELKARRI.- ¿Cuál es tu reflexión al respecto?
OIER GOROSABEL.- Si son capaces de hacerle esto a una persona que no es de la Izquierda Abertzale, qué no le harán a alguien de la Izquierda Abertzale. ¿Qué le harán a una persona cuyo único pecado es ser miembro de Gestoras Pro-Amnistía? Cuando nos metieron en la cárcel, la gente se quedó sorprendida. La gente sabía que habíamos aparecido con frecuencia, y públicamente, contra ETA. Si nos hubiéramos desnudado y fuéramos cercanos a Jarrai, si nos hubieran enchironado bajo la misma acusación realizando la misma acción, estoy seguro de que estaríamos dentro todavía. Eso es lo que está pasando. Lo hemos visto en la cárcel: no todos los presos políticos que están en las cárceles son de ETA. Hay mucha gente en la cárcel que sí es de la Izquierda Abertzale, pero no de ETA. Es más: hay gente dentro que no es de la Izquierda Abertzale. En la cárcel de Aranjuez, conocimos a un chico de Karrantza, José Ángel Matienzo. Su único pecado es que, sin que lo supiera, algunos amigos suyos eran de ETA. Le metieron en la cárcel junto con su mujer. Hay mucha gente así.
ELKARRI.- ¿Cuál fue la actitud de los partidos políticos ante vuestras detenciones?
OIER GOROSABEL.- Desde el principio, algunos partidos políticos quisieron poner en nuestra mano todo: dinero, abogados. No aclararé quiénes han sido. No somos militantes de ningún partido. Les dijimos que sólo aceptaríamos las ayudas hechas a título particular. Y eso fue lo que hicimos. Aceptamos, utilizando sus contactos, hablar de nuestra situación con uno y con otro. Pero no queríamos el apoyo de ningún partido. De todas formas, la solidaridad ha sido tremenda. Todo el mundo sabía cuál era nuestra forma de ser y que las acusaciones no tenían ningún sentido. Por eso, mucha gente estaba a nuestro favor e iba por ahí difundiendo la verdad. Y por todo eso estamos ahora en la calle.
ELKARRI.- ¿Cuál es tu situación?
OIER GOROSABEL.- En un principio, tanto nosotros como la Ertzaintza, pensábamos que pasaríamos la noche en prisión y que al día siguiente estaríamos en la calle. Según parece, porque no tenemos pruebas, dicen que llamó Garzón pidiendo nuestras cabezas y que nos empapelaran de alguna forma. Digo esto “presuntamente”, porque no podemos probar esta prevaricación. Así, nos encerraron bajo prisión incondicional desde el mismo momento en que el delito de apología de terrorismo quedó en manos de la Audiencia Nacional. Nosotros recurrimos tanto la prisión incondicional como el envío de nuestra causa a la Audiencia Nacional. Tres semanas después, aceptaron nuestro primer recurso y nos soltaron en libertad condicional. Esto es muy raro, si lo que nos imputan es apología del terrorismo: hay un reconocimiento implícito de que no somos culpables. De todas formas, el Juzgado nº 10 de Bilbao ha rechazado nuestro primer recurso contra la decisión de llevar nuestro caso a la Audiencia Nacional. Hemos interpuesto un segundo recurso ante la Audiencia de Bizkaia. Todos sabemos que en las decisiones judiciales de hoy día hay factores subjetivos que van más allá de la justicia y es por esto que no queremos ir a Madrid.
ELKARRI.- Solicitasteis responsabilidades políticas ante lo sucedido.
OIER GOROSABEL.- Todo se decidió a nivel muy bajo, pero son los superiores los responsables de los actos de los inferiores. Los altos cargos de la Consejería de Interior hacen que no ven. Nosotros preguntamos, a través de algunos representantes políticos que nos están ayudando, y no nos responden. El juez dice que los ertzainas dicen que los manifestantes empezamos a dar vivas a ETA y a lanzar piedras, etc. Luego, el consejero Balza dicen que dice que los ertzainas no han hecho semejante denuncia. Entonces, ¿quién nos ha denunciado? ¿quién nos ha hecho pasar tres semanas en la cárcel? ¿quién nos ha enviado a la Audiencia Nacional? Queremos ver el informe policial para aclarar todas estas contradicciones. Sin embargo, no nos remiten ningún informe policial. Queremos reunir pruebas que demuestren nuestra inocencia. A través de la televisión se vio qué pasó. En las televisiones se suelen vender las imágenes, porque es un servicio que tienen. Por el contrario, algunas cadenas nos han respondido que no tienen imágenes nuestras de ese día, aunque la ocultación de pruebas sea delito. ¡Parece que nosotros, los terroristas, no merecemos ni agua!
ELKARRI.- ¿Cómo ves la situación actual?
OIER GOROSABEL.- La acometida del nacionalismo español es cada vez más violenta. Los poderes ejecutivo y judicial se acuestan juntos. No tengo una opinión sobre la política de Euskal Herria, porque no me importa demasiado. Prefiero estar en el ámbito de los movimientos populares. No tengo ninguna confianza en los políticos. Han demostrado durante muchos años que son incapaces de solucionar este conflicto. Estoy escarmentado y no les pido demasiado.
ELKARRI.- ¿Qué opinas del trabajo que hace Elkarri a favor del diálogo y del acuerdo?
OIER GOROSABEL.- Me parece muy positivo. Es un movimiento social que, en cierta manera, mantiene su independencia política. Creo que la labor de mediación es imprescindible. Es positiva en la medida en que sea válida para encontrar caminos para andar juntos.
ELKARRI.- ¿De dónde saca Oier Gorosabel la fuerza y el ímpetu para continuar su lucha particular?
OIER GOROSABEL.- La base es la razón, que tengo razón en aquello en lo que creo. De todas formas, yo no tengo ninguna actividad política fuera del pueblo. No soy abertzale, pero soy vasco y me siento de Euskal Herria, de ningún otro sitio. Participo en la construcción de este pueblo y quiero seguir haciéndolo. Todos los días. El trabajo que se puede hacer a ese nivel es tremendo. Hay que despertar la conciencia de los ciudadanos. Colaboro en una radio libre. También en un grupo de teatro. No quiero ir más arriba. Me basta con todo esto.
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