Aitzol Aramaio fue un director de cine ondarrutarra que murió en abril de 2011, repentinamente, a los 40 años de edad. Como era una persona muy querida, sus amigas y amigos se confabularon para organizar un festival en su honor: Marabilli. La primera edición tuvo lugar en octubre de 2012 y el pasado fin de semana, del 10 al 13 de octubre, se celebró la segunda edición. Si le echáis un ojo al programa comprobaréis que iba bien surtido.
Dos cineastas como teloneros
Yo llegué el viernes por la noche y, tal como dijo Ima Ubeda (cantante de Bide Ertzean), pocas veces habrán hecho Fernando León de Aranoa y Asier Altuna de teloneros de un grupo de música. Pues eso fue lo que hicieron mientras hablaban de cine en la sala Bide Onera. Este local se ha convertido, por causas de fuerza mayor, en la sede principal del festival, ya que el pasado mes de junio cerró sus puertas el Kafe Antzokia de Ondarroa.
Bide Ertzean ofreció un show de una hora aproximada. Se centraron en su trabajo más reciente (77) , pero también hicieron alguna incursión en canciones de sus discos anteriores.
El disco fue grabado el pasado verano (2012) y ha permanecido en conserva durante más de un año por decisión de la banda. Antaño ya habían echado mano de eso que se llama la Memoria Histórica para grabar un trabajo Non dira inspirado en los perdedores de la Guerra Civil. Ahora se zambullen en el ambiente de la Transición y de ahí el título, 77. Ese año murió, tiroteado por la Guardia Civil, uno de los tíos favoritos de los gemelos Ubeda (2/3 de la banda). Se llamaba Sebastian Goikoetxea y, según parece, era miembro de ETA (PM).
Volvieron al formato de sus inicios, power trio, y sudaron la camiseta como siempre. Buen y contundente sonido. Están de gira y espero verlos otra vez muy pronto.
De ninja a mujer
Koldo Almandoz presentó en el mismo lugar el sábado al mediodía, en sesion pre-vermut, sus trabajos audiovisuales más recientes. Incluso su parte más bizarra: De ninja a mujer. Hizo de guía comanche Angel Aldarondo.
Calla y toca
El sábado a la noche me acerqué al Victoria Eugenia Club para ver
la presentación del primer trabajo de Esnatu dira (Han
despertado) de Lou Topet.
Abrió el concierto Eneko MobyDick. No le había visto nunca en directo y rápidamente entendí que tenía merecidos los elogios que le había escuchado. No sé cómo será cuando se baja del escenario, pero subido a él es un animal. Dueño de un vozarrón respetable, se concentra en cantar y tocar la guitarra mientras pierde su mirada en vaya usted a saber dónde.
Lou Topet es el nombre bajo el que se esconde (poco) Oier Aranzabal. Canta y toca la guitarra acompañado de tres músicos más: guitarra, bajo y batería. El tipo apostó por presentar el disco en un lugar coqueto y céntrico, un pequeño lujo. Y le salió bien la jugada, porque llenó la sala. Elegante, como la música (americana de Zarautz) que practica el combo. Grupo a seguir, sin ninguna duda.
Cuando Oier daba las gracias por décima vez, mientras nos echaba
en cara lo callados que estábamos, atronó Eneko MobyDick desde un
lateral: "Calla y toca". Podía haber firmado la frase el
cubano Eliades Ochoa: "Nosotros nada más que buenas noches y a
tocar".
"Zuek gerritxik bera eztai bañe gerritxik gora bardiñak zaze", apunte hau euskaraz.
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