Las bicicletas de Traverso
«En la ciudad argentina de Rosario debe de haber 350 bicicletas pintadas en otros tantos lugares de la ciudad. Todas son iguales y cada una debe de tener un número, en rojo, del 1 al 350, entre las ruedas. Deben de estar pintadas con aerosol negro, con una plantilla».
(...)
«Fernando Traverso es el autor. Pintó la primera en 2001, [al cumplirse] el 25 aniversario del inicio de la dictadura argentina».
Autor: Pruxo (licencia CC BY-SA 4.0).
«Cuenta Traverso que en cierta ocasión, en la época de la dictadura, estando en la calle, vio pasar caminando a un amigo con la bicicleta de la mano. Sin embargo, su amigo no lo saludó. Ni siquiera lo miró. Tras hacer como que no lo veía, el amigo ató la bicicleta a un árbol, una farola o algo parecido, y se marchó».
«Eso le sorprendió a Traverso».
«Volvió al día siguiente y la bicicleta todavía seguía allí. Al tercer día, lo mismo. Y al siguiente y al otro. Entonces, Traverso entendió que la dictadura había hecho desaparecer a su amigo».
«Y debió de suceder esto: Traverso y su amigo ciclista tenían una cita. El amigo, cuando pasó al lado de Traverso con la bicicleta de la mano, ya sabía que le estaban siguiendo. Se hizo el despistado al pasar al lado de Traverso para que los policías, los milicos o quienes fueran no supieran que ambos se conocían y para que Traverso salvara el pellejo».
«Cada bicicleta vacía es el reflejo de un cuerpo que falta. ¿Por qué 350? Porque ese es el número de los desaparecidos en Rosario».
«Allá por el 2007, más o menos, Traverso visitó Sartaguda (Navarra). Entonces tuvo la oportunidad de conocer a Eneko Etxeberria y, gracias a él, de conocer el caso de José Miguel [Etxeberria Álvarez]. Debieron de estar juntos en Sartaguda. Y fue entonces cuando Traverso decidió dar la oportunidad de pintar la bicicleta 1611, en homenaje al hermano. Eneko la pintó y hoy está en el caserío famliar Igarolabekoa».
Naparra. Kasu irekia, libro de Jon Alonso. Páginas 217-218.
Diego Fidalgo hizo el documental "Trescientoscincuenta" para contar la historia de Traverso y se puede ver en internet.
Naparra
Hace unos días he terminado la lectura del libro. Mientras lo leía, también leí el apunte Kasu irekia que Eneko Barberena publicó en su blog Sagasti Etxea.
Jon Alonso le ha dedicado cuatro años a la historia de Naparra, desaparecido hace 40 años. La familia (ya murieron el padre y la madre) lleva 40 años pidiendo justicia y no ha conseguido superar los obstáculos de los estados español y francés. ¿Aparecerán algún día los restos de Naparra?
Apunta Alonso que Eneko Etxeberria ve muy necesaria la modificación de la Ley de Secretos Oficiales española, la cual data de 1968. Muchas ONGs y un buen número de expertos han pedido reiteradamente eso, pero el estado español no parece muy por la labor, aunque recientemente la minista de Defensa, Margarita Robles, ha dicho que lo harán. Ya lo veremos. Eso sí, al menos han recibido el reconocimiento de la ONU como víctima de desaparición forzada.
En la página 320, el autor cuenta que, mientras escribía el libro, viajó a Argentina y visitó la ESMA: es decir, la Escuela Mécanica de la Armada, núcleo principal de la tortura y desaparición forzosa de unas 30.000 personas durante la dictadura argentina (1976-1983).
Al salir del lugar, se subieron a un taxi y el taxista les preguntó si venían de allí. Al contrario de lo sucedido en otros trayectos, tras la respuesta afirmativa de los viajeros, el taxista no abrió la boca.
En el año 2013 (agosto y septiembre) estuve en Buenos Aires y tengo muy vivo el recuerdo de lo sucedido cuando pregunté en el hotel dónde estaba la ESMA. La recepcionista nos dijo que no sabía y se calló. No debía de estar muy cómoda con aquella conversación. Luego cambiamos los planes y no visitamos el lugar.
Alonso remata su comentario con esta frase: «¿Cómo hablar de las personas hechas desaparecer por sus ideas? No lo saben ni los argentinos más parlanchines. Es tan... es tanto como quedarse mirando el abismo más absoluto...»
Recuerdo que solamente en San Sebastián, desde 1960, son unas 100 las personas muertas, asesinadas, por la violencia política de todo tipo. He buscado la cifra en algún informe del Ayuntamiento, pero no lo he encontrado. Esas personas eran donostiarras o personas que fueron asesinadas en la ciudad.
Acabo con el teaser del documental que Iñaki Alforja e Iban Toledo están haciendo sobre el caso de Jose Miguel Etxeberria: Historia de un volante.
«Naparra»: 1611. bizikleta, apunte hau euskaraz.
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