El pasado 25 de noviembre fue el día contra la violencia de género. El Ayuntamiento nos pidió que colocáramos el cartel que daba cuenta de esa circunstancia. Como a veces nos portamos bien, así lo hicimos a la entrada de la casa. Pasaron algunos días. Alguien escribió su opinión en el cartel.
En el cartel original aparecen dos monigotes. El hombre de rojo y de pie. La mujer de negro y tumbada en el suelo bajo un charco de sangre. Debajo de ambos hay un texto bilingüe. Copio aquí el texto en castellano:
“En el año 2004 murieron en España 84 mujeres víctimas de la violencia doméstica. 69 de ellas a manos de su pareja o expareja. En tres de cada cuatro casos no había denuncias previas de malos tratos”.
Dejemos a un lado la redacción (mejorable).
A los pocos días, una persona con un bolígrafo azul dejó su mensaje minúsculo pero en letras mayúsculas:
“(París) En abril de 2004 una chica abrasó un hotel, matando a su novio y a otras 24 personas (11 niños y 13 adultos). Se consideró un accidente. Pasó 1 semana en prisión preventiva y se quedó impune judicial y socialmente”.
Sobran las palabras.
Comentar