El pasado mes de octubre comenzó una nueva etapa en la emisora municipal DK Irratia (cambio de nombre incluido: antes era Casares Irratia). Hasta comienzos del mes de abril, Ion Olano Carlos ha presentado diariamente el programa Bestalde y vaya desde aquí mi reconocimiento por el trabajo realizado. Mila esker, Ion.
Desdel 14 de abril, es Oier Aranzabal quien presenta el magacín cultural Ispilu Beltza, de lunes a viernes, de 8:00 a 10:00 de la mañana.
Hoy era el segundo día de la huelga digital (el apagón digital convocado y seguido por varios centenares de creadores vascos) y el programa estaba dedicado a los museos.
Palais Galliera (crédito: web del museo).
Al comienzo del programa ha estado Miren Arzalluz (la podéis escuhar en euskera a partir de los 7 minutos 50 segundos). Es la directora del Museo de la Moda de París (Palais Galliera). Estos días iban a reabrir tras dos años de parón y reformas varias. Pero llegó la COVID-19... y mandó parar. He traducido al castellano sus palabras. Es una entrevista de unos quince minutos.
Actualización del 24 de abril. Podéis escuchar la entrevista aquí.
Retraso
Por un lado, teníamos la reapertura del museo y, por otro, una retrospectiva gigante. Hemos estado preparando todo durante dos años y, justo cuando teníamos que abrir, hemos tenido que cerrar el museo, a dos semanas de la apertura.
¿Qué supone eso? Tenemos algunos problemas: algunos préstamos no han llegado, otros se han quedado por el camino, no sabemos cuándo tendremos que abrir... Tenemos un problema de préstamos, porque hay vestidos y obras de arte que vienen de otros museos... Los catálogos también estaban en camino... En este momento reina la incertidumbre.
Diferentes hipótesis
Nosotros tenemos diferentes hipótesis, porque nadie tiene información exacta. Somos un museo municipal y la información que tenemos viene del Ayuntamiento de París. Pero no es falta de información. Día a día, semana a semana, el Gobierno toma decisiones y ahora se ha establecido el 11 de mayo como fin del confinamiento, pero no sabemos cómo vamos a organizar ese final, porque ellos tampoco lo saben. Al parecer, están en ello.
¿Es la cultura un servicio público básico?
Normalmente, todos los que trabajamos en el mundo de la cultura pensamos que la cultura es un derecho y que debe ser un servicio público. Que tiene una enorme importancia social y no sólo educativa, sino también para el bienestar y la salud colectivos. Por ejemplo, para la salud mental, tal y como estamos viendo ahora. Ya que en esta situación de confinamiento es importante consumir cultura para no volverse loco.
Para nosotros está claro. Luego se trata de prioridades. Que haya otros servicios públicos que el público estime o necesite más. Quién pone esas prioridades, en definitiva.
Museos: públicos, privados...
Está claro que hay muchos museos públicos y privados. Muchos museos privados desaparecerán, probablemente. Y muchos museos pequeños con financiación pública lo van a pasar muy mal.
Los museos con colección permanente siempre tendrán la oportunidad de mostrar (arte o lo que sea) y contar algo a través de una serie de obras u objetos para interpretar nuestra sociedad.
Otros museos sólo tienen exposiciones temporales. Es decir, tienen programaciones muy ambiciosas, pero no tienen una colección propia. ¿Cómo van a actuar estos en una situación económica tan grave?
Hay modelos de gestión y museos diferentes y muchos museos lo van a pasar muy mal. Unos tendrán que cerrar, otros desaparecerán, otros tendrán que recortar la programación...
Modelos económicos y artísticos a debate
Nosotros habíamos presentado nuestra programación y la había aprobado el Ayuntamiento hasta 2023. Sin embargo, todo esto ahora tendremos que revisarlo. Aunque reine la incertidumbre, sabemos que los presupuestos de 2020, 2021 y 2022 no serán los que pensábamos.
Por un lado, el modelo económico de los museos está en cuestión. Por otro lado, el modelo artístico. Nuestra financiación proviene principalmente de instituciones públicas, pero cada vez más de entidades privadas. Y unos museos competimos con otros para hacer exposiciones cada vez más grandes, para atraer cada vez más visitantes... En parte los museos se han convertido en instituciones turísticas. Y esto, en mi opinión, tiene sus límites y sus debilidades.
Por otra parte, el concepto expositivo también está cuestionado. ¿Cómo explicamos, cómo mostramos, cómo presentamos las ideas en los museos? El arte, la sociedad o la historia... Siempre a través de unos objetos, de una exposición. ¿Este formato está obsoleto? ¿No debemos explorar y reflexionar sobre otros medios en estos tiempos digitales? No sé, hay una reflexión muy profunda pendiente sobre los museos.
Existe una profunda reflexión sobre la definición del museo en el ICOM, la asociación internacional de museos. Todavía seguimos con la definición del siglo XIX: una colección, conservación, exposiciones...
Acelaración de lo que venía
Seguramente, esta crisis nos traiga de manera acelerada el cambio que estaba por venir. Yo creo que es lo que ocurre en la mayoría de las revoluciones. Los cambios en una revolución no empiezan desde cero. Normalmente es la aceleración de un proceso ya en marcha.
Hemos pensado que no lo gestionaríamos nosotros, sino nuestros hijos o la siguiente generación, pero tendremos que gestionarlo nosotros. Lo mismo cuando hablamos del planeta.
A nosotros nos tocará reflexionar y poner en marcha otro modo de vida. Yo no le tengo miedo a eso. Me parece apasionante.
Cuando se avecinan cambios drásticos todos estamos desorientados. Porque la ignorancia es muy estresante.
Soy historiadora y, quizá por eso, creo que estamos ante una oportunidad. No sólo vivir, sino poder hacer cosas. Que nuestra generación sea protagonista en un momento de transformación como este es muy duro, pero también maravilloso.
No hay que tenerle miedo a la responsabilidad.
Miren Arzalluz: «Guri tokatuko zaigu hausnarketa egitea eta martxan jartzea beste bizimodu bat», apunte hau euskaraz.
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