El pasado domingo estuve en la tertulia de blogueros del programa Amarauna de Euskadi Irratia y, entre otras cosas, hablamos de cómo el desarrollo del software automatizado se llevará por delante un buen número de profesiones.
Tomando como punto de partida una entrevista que concedió en marzo Bill Gates, La Vanguardia le dedicó hace algunos días dos páginas a esta cuestión: ¿Trabajo sin trabajadores? (yo lo vi en la edición en papel, porque la digital sólo está disponible para suscriptores).
La entrevista a Bill Gates en el instituto AEI tiene una duración de una hora y en ella predijo que en 20 años el software automatizado se encargará de hacer el trabajo de base y ello acarreará la desaparición de muchas profesiones y puestos de trabajo.
Unos meses antes, a comienzos de año, The Economist publicó también un amplio reportaje: The Future of Jobs: The Onrushing Wave.
Profesiones en riesgo de desaparición
Desde la década de los 70 del pasado siglo, los cajeros automáticos se encargan de las labores que antes realizaban muchos trabajadores bancarios, los procesadores de texto han marginado a los mecanógrafos, la tecnología de voz ha sustituido a las y los telefonistas, la logística y el software contable están acabando con los contables y la edición electrónica con las y los tipógrafos.
¿Cuáles son las profesiones con mayor riesgo de desaparecer? Aquellas que requieren una menor cualificación y que las máquinas pueden hacer más barato y mejor, claro: teleoperadores, mantenimiento de alcantarillas, trabajadores de seguros, relojeros, mozos de carga y descarga, asesores fiscales, técnicos de biblioteca, procesadores de texto, vendedores, cajeros, empaquetadores, mecánicos, analistas de créditos, recepcionistas, camareros, conductores (por ejemplo, los Google car en California), vigilantes, maquinistas de tren, agentes inmobiliarios, escritores técnicos...
En una escala de 0 a 1, las profesiones con un riesgo inferior a 0,2 (es decir, con menor riesgo de desapirición) serían: bomberos, 0,17; editores, 0,006; religiosos, 0,008; preparadores deportivos, 0,007; dentistas, 0,004; terapeutas recreativos, 0,003.
James Martin (Universidad de Oxford) dice que en veinte años desaparecerán la mitad de los trabajos que ahora se realizan en el Reino Unido y los realizarán robots. Carl Benedikt Frey y Michael A. Osborne han analizado 702 trabajos en los Estados Unidos y dicen que el 47 % está en riesgo de desaparición (The Future of Employment... en formato pdf; un resumen muy gráfico aquí, Profesionales que serán sustituidos por máquinas).
Los profesores Erik Brynjolfsson y Andrew McAfee (MIT) han publicado recientemente The Second Machine Age (una curiosidad: en Amazon sale más barato un ejemplar en papel que el e-book; 17 dólares frente a casi 22). Según parece, ambos profesores señalan en su trabajo los peligros y las oportunidades de esta Segunda Edad de las máquinas. La tesis que defienden es que la revolución digital se está acelerando y ello conlleva una sociedad más desigual, porque afecta especialmente a las clases medias.
Ludistas y selfactinas
El reportaje de La Vanguardia cita estos dos movimientos como emblemas de lo que Eric J. Hobsbawmn llamaba “rebeldes primitivos”.
Ned Ludd fue un tejedor que destrozó algunos telares en 1799. Se convirtió en símbolo y dio nombre al ludismo.
En Cataluña, durante la primera mitad del XIX, las protestas tomaron el nombre del "conflicto de las selfactinas": las máquinas de self-acting trajeron consigo la desapirición de miles de puestos de trabajo (hiladores). Los incidentes tocaron techo el 14 de julio de 1854 con la destrucción y el incendio de varias fábricas. Finalmente, se llegó al entendimiento entre patronos y trabajadores a través de la negociación colectiva.
Uber: servicio de coche compartido en Barcelona
No nos dio tiempo a hablar de ello en la radio, pero a través de Motorpasion.com supe que la semana pasada se puso en marcha en Barcelona Uber. La noticia habla de que el primer servicio se prestó el 11 de abril y los usuarios no pagaron el trayecto (están de promoción: los primeros 15 euros, gratis).
Por el momento, en Barcelona está en marcha UberPOP: con chóferes no profesionales. Aunque esta empresa estadounidense sí que da servicios con conductores profesionales en otros países.
Según el artículo, las condiciones para ser conductor son cuatro: tener 23 años, permiso de conducción, seguro personal del vehículo y un automóvil de cuatro puertas.
El trayecto se abona a través de la aplicación.
No está nada clara la legalidad de esta actividad en el Estado español. Los taxistas de Barcelona ya han comenzado con las protestas y la Confederación del Taxi de España ha pedido la prohibición de Uber. En el Estado francés también hay sus más y sus menos desde que se implantó este servicio.
Garapen teknologikoak desagertaraziko dituen lanpostuak, apunte hau euskaraz.
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