El domingo estuve dándole vueltas a la cosa y me di cuenta de que había dejado más de un mensaje tal cual, sin ninguna apostilla, aunque la situación originaria había cambiado.
A veces se me ha olvidado, otras sí que me he acordado pero no delante del ordenador, con un teclado a mano. Y creo que ha habido cuestiones que me las he tomado demasiado a pecho. Como en botica: de todo un poco.
Ya publiqué un mensaje aquí citando varios de esos mensajes. No tengo ganas de repetirlos.
De todas formas, creo que cuando un bloguero se equivoca y se da cuenta, debe reconocerlo. A ser posible, públicamente. Pero eso cuesta.
Y no sólo a los bloggers. ¿A que no, Juanito?
P.S.: Ya está. Ya me puedo ir a dormir más tranquilo.
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