Nando nos lanza su tradicional mensaje navideño. Y yo aprovecho para decir: Zorionak eta urte berri on!
Mi hijo apenas duerme la noche del 23 de diciembre, el 24 celebra su cumpleaños.
Mi hijo apenas duerme la noche del 24, el 25 recibe a Olentzero.
Mi hijo se ilusiona meses antes con estas fechas y aunque el año pasado en una cena de enero informó, “ya sé que sois vosotros”, acordamos no perder la ilusión y no sentir como una mentira los años pasados.
Dicho esto, toca los regalos adquirir. Este año uno de los artículos solicitados ha sido un coche para montar tunning teledirigido con conexión de MP3, caja verde. En un primer momento, me teledirigí a esos establecimientos que tienen aparcamiento cercano, te dan puntos o realizan incluso algún tipo de descuento según la forma de pago. No encontré el regalo y no pude saber si se había agotado o era un artículo que, a pesar de ser anunciado, nadie se había acordado de fabricar.
Finalmente, acudí a uno de esos establecimientos especializados en juguetes y aparqué en un parking próximo. Recorrí el establecimiento y, en una balda en lo alto, vi el coche, caja verde. Respiré, y a una chica que atendía y estaba en esa zona le dije: “Me gustaría llevar ese regalo” y ella, señalando a una persona que hablaba por teléfono dijo: “a ese chico también”.
Guardé silencio. Debía esperar a que “ese chico” recibiera el conforme de la persona que se encontraba al otro lado del teléfono. El chico se acercó y dijo “sí”, bajé la cabeza, la chica se subió a una escalera, cogió entre sus manos la caja verde y dijo: “queda otro”. Sonreí y extendí mis manos cogiendo con enorme ilusión el coche para montar tunning teledirigido con conexión de MP3.
Con ilusión abandoné el establecimiento, no sin antes adquirir las pilas necesarias para su funcionamiento, y decidí celebrarlo tomando una caña. Deposité la bolsa cerca de la barra y estando yo imaginando esa carita de mi hijo en el momento de recibir el regalo, oí una voz a la altura de mi cintura. Era una niña de unos 5-6 años que quería saber para quién era el regalo. “Para mi hijo”, le dije.
En ese momento pensé que ella nada sabía del cumpleaños de mi hijo y pudiera pensar que un padre con un regalo en estas fechas confirmaba del todo su información de “ya sé que sois vosotros”. Me agaché a la altura de sus ojos y le dije “es para su cumpleaños”. Rápidamente dijo “¿cuántos cumple?”, “9”, dije yo. Mirándome y yo temiéndome lo peor, me preguntó “¿qué te pasa en los ojos”.
Si aquí esta historia acabare, ustedes pudieran pensar que la mentira me pilló, pero decirles que tengo unas venillas en los ojos que tienden a manifestarse en estados de cansancio. “Son unas venillas que aparecen cuando estoy cansado” le dije.
Giró con dulzura su cuerpo y se alejó.
Cuando estaría a unos dos metros dije: “Feliz Navidad pequeña. No pierda usted la ilusión, ni las ganas de saber”.
Antes de envolver los regalos y disfrutando estos días con mi hijo ilusionado, deseadles felices días y, si lugar hubiere, un huequito para la ilusión.
Comentarios
Un día me acorralaron en el patio del Cole.
Tenía 6 años mi hijo.Una niña de su clase , muy listilla ella , llamó a un grupo de niños de la clase y me preguntaron:" ¿ verdad que los padres son el Olentzero y los Reyes..?¿verdad que los padres traen los regalos?
Y no se me ocurrió más que contestar:" Al que cree que se lo trae el Olantzero, se lo trae el Olantzero.El que cree que se lo traen los padres se lo traen los padres..A cada uno se lo traen según lo que crea."
Mi hijo echó un suspiro de alivio.....
Pero no me atreví a preguntarle porqué.
Un abrazo, Iturri y Zorionak también para ti.
Escrito por: quecaro.2007/12/19 16:57:34.265000 GMT+1
¿A que está bien la sección de Nando? Necesitas un blog, Nandico.
Escrito por: iturri.2007/12/20 08:04:16.714000 GMT+1
Estan muy bien, si señor.
Es difícil narrar esos sentimientos de todos los días, sin ñoñería y sin acidez.
Nando, sigue....por favor.
Escrito por: quecaro.2007/12/20 21:28:21.097000 GMT+1