Éste es el artículo de un independentista vasco. El amigo Luistxo Fernandez, autor del blog vecino sobre el caso Egunkaria, ha publicado en diversos medios sus reflexiones sobre la independencia del País Vasco. Apareció primero en Berria y Sustatu (Aukeraren leihoa, enlace en euskara) a finales de agosto. Posteriormente, Toni Strubell lo publicó en catalán en su blog: La finestra d´oportunitat. El pasado viernes, 17 de septiembre, apareció en castellano en el diario Deia. La ventana de oportunidad. Su tesis es que España se romperá por Cataluña y los vascos tenemos que estar preparados cuando llegue esa oportunidad. A ver qué os parece.
La ventana de oportunidad
Me siento independentista, quiero la independencia de Euskal Herria. Llegué a esta conclusión de manera definitiva al ver cómo cerraron Euskaldunon Egunkaria en 2003, al sentir que para los euskaldunes es una calamidad seguir atados a España. Sin embargo, me siento descorazonado, ya que no veo en ningún lado planes creíbles para la independencia. Y estoy preocupado, porque se acerca el momento. Cataluña marcará ese momento: ellos se van y nosotros aquí, quietos parados.
En mi opinión, mirando a la historia, en los procesos de independencia, más que la consumación legal de la voluntad popular, lo que hay son accidentes históricos. Si se han añadido 20 Estados al mapa a finales del siglo XX, es porque desapareció la Unión Soviética. Otros estados surgieron de la implosión de Yugoslavia (con ayuda de la ceguera del nacionalismo serbio), con sagrientas guerras de por medio. Los Estados pequeños surgen de los traumas y crisis de los mayores. Por eso creo que la clave es la ruptura de España. ¿Romper España? ¿Por dónde? Por Cataluña.
Los catalanes se marchan. La mayoría no quiere saber más de España. La crisis del Estatut lo ha puesto de manifiesto, y aunque esa voluntad no tenga un reflejo cohesionado, se extiende la sospecha de que han superado un mojón en el camino de la historia. Hay un término que se usa hoy en negocios, Window of opportunity, la Ventana de oportunidad, particularmente importante en esta época acelerada de internet. Si un producto o idea ha de cuajar en el mercado y extenderse existe una ventana de oportunidad para ello, un plazo concreto, un momento para decir arre o so, hacer lo que haya que hacer o dejar pasar ese tren. No suele haber prórroga, es ahora o nunca.
La Ventana de oportunidad para la independencia vasca la abrirá Cataluña. España la fracturarán los catalanes, y cuando se abra esa vía de escape, he ahí nuestra Window of opportunity. No sé cuándo se abrirá la ventana, pero lo mismo que se abrirá, tengo por seguro que se cerrará después. Para cuando llegue ese momento, ¿con qué contamos aquí? ¿Qué tienen entre manos las fuerzas abertzales? Nada. Aralar ha sido claro (entrevista en Berria en agosto a Jon Abril), no es momento para hablar del Estado vasco. Eusko Alkartasuna publicó un documento importante el año pasado, con aportaciones políticas de calado para el corto y medio plazo, pero no hay mención ninguna de pasos hacia la independencia. No parece que al PNV le apetezca mentar la independencia: sin embargo, sus juventudes de EGI lanzaron una campaña de nombre Euskal Estatua Eraikitzen (construyendo el estado vasco), aunque en su web euskalestatua.eu no se vislumbra pista ninguna sobre tal construcción.
Comparada con dichos partidos, la izquierda abertzale ha sido más clara. Por lo menos han tratado de dibujar una hoja de ruta para el futuro político. Algo es algo. No obstante, habiendo leído el documento Zutik Euskal Herria, creo que su principal función es ayudar a ETA en su disolución, más que trazar un camino hacia la independencia.
Analizaré tres frases de dicho documento, porque son importantes, y porque muestran no sólo el pensamiento de la izquierda aber-tzale, sino la sintomática de todo el abertzalismo, el drama del independentismo imposible. Al principio, las cosas parecen claritas: "Hace 50 años, Euskal Herria agonizaba. En este periodo de tiempo, gracias a la lucha, hemos recorrido el trayecto hasta abrir la opción de la constitución del Estado Vasco".
Un poco más adelante, lo del Estado se complica un poco. Aquello que parecía a la vuelta de la curva, por Málzaga o así, se nos aparece, qué sé yo, ¡en la órbita de Saturno! Léase con atención: "El objetivo de esta fase política es lograr el marco democrático que ofrezca las suficientes bases para realizar el camino hasta la constitución del Estado Vasco."
Es como un trabalenguas, sí, pero avanzando en el documento se llega a describir ese marco democrático: "...esfuerzo por crear una autonomía conformada por los cuatro territorios de Hego Euskal Herria y con derecho a decidir, en el sentido expuesto en la propuesta de Anaitasuna, y del mismo modo, en articular una autonomía con los tres territorios de Ipar Euskal Herria, tal como recoge la Propuesta de Uztaritze". La meta de la hoja de ruta es un autonomismo doble. El de Iparralde, del tipo que sea, y el de Hego Euskal Herria con derecho a decidir incluido. Ese es el meollo. Autonomismo. ¿Independencia? Si esa es la meta final de la ruta, no se menciona, ni se nos dice qué independencia es: ¿Zazpiak Bat? ¿Cuatro territorios del sur? La misma indefinición sobre el tipo de Estado que muestra Aralar.
El panorama es el que es. Tras esos proyectos disfrazados de independentismo, sólo hay autonomismo, porque el pesado dogma de la territorialidad no permite otra cosa a la vista de nuestra realidad demográfico-política. Claro, no es bonito decir verdades. No es fácil mirar a Cataluña y comparar la verdad del independentismo catalán con lo nuestro. Los catalanes ya saben qué independencia van a proclamar: convertirán en Estado el territorio que representa el Parlament que se reúne en Barcelona. Tienen asumida la partición de los Países Catalanes, porque saben que la prioridad es el Estat Català, también si ha de haber posibilidades de que la identidad y la lengua sean defendidas en aquellos territorios que queden fuera.
La partición es el quid. Convertir el Estado en prioridad, por encima de la territorialidad. Esto es un grave tabú por aquí. La territorialidad es sacrosanta, un dogma ortodoxo. Pero es la territorialidad, por supuesto, lo que pospondrá la independencia per saecula (de paso, fue lo que hizo abortar las conversaciones de Loiola, por medio de la inaplicable cláusula propuesta por la izquierda abertzale). La territorialidad nos lleva a soñar con hojas de ruta de longitud infinita. Cuatro provincias por aquí en, vete a saber, ¿dos o tres generaciones? ¿Cómo? Y luego Iparralde, ¿en otras tres generaciones? ¿¡Re-cómo!? Posteriormente, ¿los siete juntos o nadie? Política-ficción inverosímil: ¿Alguien cree que la demografía o la sociolingüística nos llevan hacia siete provincias mayoritariamente abertzales? Aún si fuera verdad, llegará tarde, por que las opciones de materialización serán posteriores a lo que sea que ocurra en Cataluña; esa ventana de oportunidad se abrirá antes y se cerrará.
Debemos prepararnos para esa ventana de oportunidad. Debemos reflexionar sobre el independentismo ahora, con seriedad. Hacen falta planes a corto y medio plazo, no vale posponer sine die la discusión sobre el Estado. Necesitamos un independentismo de verdad, que hable de modelos diferentes de territorialidad, capaz de pronunciar la palabra partición. No digo ya acordar entre todos pero, por lo menos, que alguien mencione estas cosas, ya que esto es tabú hoy en día. Se precisa urgentemente un independentismo radical, porque los catalanes se marchan. Los futiles planes de autonomismo para el año 2040 no nos sirven para nada.
Comentarios
Escrito por: Luis.2010/09/19 19:16:57.717000 GMT+2
http://www.eltransito.info/
Y tu, Iturri, ¿qué opinas?
Escrito por: Luistxo Fernandez.2010/09/20 10:08:37.046000 GMT+2
http://sustatu.com
Me uno a los que afirman que es dudoso que los catalanes se marchen YA. Pero estoy de acuerdo en que la ventana de oportunidad va a aparecer. Sólo que, en mi opinión, vendrá por otro lado: Bélgica.
Las cosas por aquí están cada vez más claras: este Estado se rompe (por hastío, por inviabilidad, por falta de acuerdo entre las dos grandes comunidades que lo conforman, porque no pueden seguir viviendo juntos. Es, será, un divorcio -esperemos que civilizado- no la extirpación de una parte). En breve vamos a hablar de la desaparición de un Estado Europeo para ser reemplazado por otra cosa. No digo tres Estados diferentes, puede que Valonia se integre en Francia, puede que no, y habrá que ver qué pasa con Bruselas (tal vez lo conviertan en otro Luxemburgo).
Pero lo que pase con Flandes será la clave, porque va a decirnos mucho sobre lo "barato" o "caro" que es la creación de un nuevo Estado en la UE. Si Flandes se integra, rápidamente y sin dolor, como un nuevo Estado europeo (el número 28, o tal vel el 29 o 30, si Croacia o Islandia se integran antes), la ventana de oportunidad estará abierta. A falta de un informe jurídico detallado que lo asevere, creo que el actual Tratado de Lisboa permitiría algo así (cabriolas políticas más difíciles ya se han hecho en la UE, desde luego).
Y ojito porque habrá que aprovechar la ventana, porque es más que probable que los grandes miembros de la UE quieran cerrar el debate incluyendo una cláusula de intangibilidad de las fronteras nacionales (que Aznar ya quiso en su día incluir en el Tratado de Niza).
Pero bravo por el artículo, Luistxo, me parece que planteas algo necesario con mucha claridad. Lo que mencionas de la territorialidad me parece muy acertado, es un dogma que Ibarretxe se atrevió a tocar de lleno en su difunto Plan, y que el mismo Otegi rechazaba cuando dice aquello (Loiolako Hegiak, de nuevo) de "estoy más de acuerdo con el pensamiendo de Egiguren que el de Ibarretxe".
Una téncica acertada cuando tienes un problema (al menos yo la aplico profesionalmente, cuando tengo que elaborar un informe complicado) es empezar a resolverlo por la parte más facil. Luego, una vez que estés "rodado", es posible que des con las claves para solucionar los embrollos, conforme llegues a las partes más enrevesadas. No sé porqué los vascos queremos empezar por lo más difícil, queriendo garantizar el Todo (que es la vía directa para obtener Nada).
Me parece no solo conveniente, sino SANO, atacar el problema con realismo, y si al final es sólo una minoría la que lo apoya, pues bueno, qué le vamos a hacer. Pero se ganaría en claridad (y en apoyos, en mi opinión).
Escrito por: Andoni.2010/09/20 12:24:21.446000 GMT+2
Te iba a decir que no veía factible lo de Catalunya, pero no lo sé, porque como dice Andoni puede que la clave sea Bélgica.
Ahora bien, lo que en Bélgica puede que se haga de forma más o menos civilizada, me da que en España es imposible, con un artículo 8 de la Constitución que hace garante de la unidad territorial al Ejército.
Me están sorprendiendo algunas cosas que están sucediendo en Catalunya. Por ejemplo, la entrada en política de Laporta y los apoyos que está consiguiendo. Habrá que ver qué es lo que pasa en estas elecciones próximas, porque hay muchas propuestas independentistas y no hay pollo para ese arroz. Creo que la sociedad catalana, como la vasca, va por delante de la clase política pastelera de aquel país.
Aquí, el liderazgo de chichinabo de Patxi López no da para mucho, pero el PNV tiene pinta todavía de boxeador groggi, la izquierda abertzale se mueve pero muy lentamente...
En fin. Ya te dije en privado que me parecía un artículo muy interesante, porque esta cuestión pocas veces se plantea con la claridad con la que lo haces tú.
Hala, a jugar a pala.
Escrito por: iturri.2010/09/20 20:25:18.531000 GMT+2
Escrito por: picapiedra.2010/09/25 12:53:32.729000 GMT+2
http://picapiedra.info/
Escrito por: iturri.2010/09/25 14:48:11.766000 GMT+2