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2017/02/19 08:10:00 GMT+1

Juan Carlos Infante y su desigual batalla contra Kutxabank

No recuerdo muy bien cuándo leí esta entrevista de Mikel Garcia Idiakez a Juan Carlos Infante ("Bost urtez ur eta argi gabe eduki nau eta atea blindatu dit Kutxabankek, etxetik botatzea lortu duen arte"), pero desde ese día no logro quitarme su historia de la cabeza. He pensado que lo mejor que podía hacer era compartir la historia en este blog. Un abrazo y mucho ánimo para Juan Carlos.

Juan Carlos Infante by Argia

Juan Carlos Infante: "Kutxabank me ha tenido cinco años sin luz ni agua y me ha blindado la puerta hasta conseguir echarme de casa"

A pesar de que Kutxabank le echó de su casa, el irunés Juan Carlos Infante ha continuado viviendo en ella. Es el banco el propietario, pero la justicia ha dispuesto que Infante puede continuar viviendo en su piso y ha instado a Kutxabank a negociar. Sin embargo, Infante nos ha contado que el banco no quiere negociar, que por orden de Kutxabank ha estado cinco años sin luz ni agua y que le han cambiado la cerradura hasta cinco veces. Este pasado mes de enero le blindaron la puerta y, finalmente, ha dado su brazo a torcer: no puede más y su único objetivo es no pagar nada más por el piso, porque, con el añadido de intereses abusivos, Kutxabank le demanda 160.000 euros.

El 3 de enero le pusieron una puerta blindada para que no pudiera entrar en casa y, desde entonces, Infante se pasó un mes con la misma ropa y con 20 euros en el bolsillo, porque tenía el resto de sus pertenencias dentro. Previamente, el banco le denunció por la vía penal; el irunés podría haber acabado en la cárcel. "Son unos mafiosos”, añade. Pero contemos su calvario desde el principio para entenderlo mejor.

Juan Carlos tiene 41 años y, cuando tenía 19 o 20, se compró un piso pequeño y viejo; ha vivido allí más de veinte años. Se quedó sin empleo y, mientras cobraba la prestación y el posterior subsidio, continuó pagando la hipoteca, pero cuando se acabaron ambas intentó llegar a un acuerdo con la Kutxa de entonces; “la respuesta fue que, una vez comenzado el proceso de impago, no cabía su interrupción" y hacia el año 2010 el banco consiguió la propiedad de la vivienda y lo desahució."Me dijeron: 'Como favor, te daremos media hora para que puedas retirar todas las cosas’ y, como me negué, me dieron a firmar una hoja en la que ponía que dejaba allí todo voluntariamente”. En vez de eso, al día siguiente, Infante ocupó su casa y se puso en contacto con Stop Desahucios e intentaron negociar un alquiler social, “pero nada”. Su caso tuvo mucha repercusión en los medios y cree que Kutxabank fue a por él: “Como consecuencia del ruido mediático, me dijeron de manera agresiva que despedirían a varios trabajadores de la sucursal de Irun y que era por mi culpa; me han tratado como un delincuente. Les hizo mucho daño el eco en los medios y tienen sed de venganza. Quisieron llevar mi caso por la vía penal para que acabara en la cárcel, pero el juez paralizó el proceso”. El juez le dio la opción de seguir en su casa e instó al banco a negociar. Pero es el banco quien tiene la propiedad de la vivienda y eso ha creado situaciones límite.

“No nos han respondido nunca, no quieren un acuerdo”

“No nos hemos sentado nunca a negociar –dice Infante–. El abogado de Stop Desahucios y yo les hemos enviado cartas, les hemos propuesto un alquiler social y no nos han respondido nunca; no quieren un acuerdo”. Ahora, además, ni siquiera él quiere seguir en la casa: “Psicológicamente ya no puedo más. No puedo ni quiero volver a esa casa. He pasado cinco años sin luz ni agua por orden de Kutxabank y las condiciones son insoportables”. Cuando fue a hacer el pago a Iberdrola , le dijeron que Kutxabank había ordenado que no se le suministrara energía. Durante un tiempo estuvo trabajando en una gasolinera y el banco le retiraba un porcentaje de la nómina. Tras cambiarle la cerradura en cinco ocasiones, le pusieron una puerta blindada y consiguieron su objetivo: Infante no ha vuelto al piso desde entonces y está en una pensión pagada por los servicios sociales. “Para poner una puerta blindada, hace falta mucho tiempo y justo lo hicieron cuando me pasé un día entero fuera de casa. ¿Mucha casualidad, no? ¿No me habrían espiado?”

“Te quitan la posibilidad de tener un futuro”

“Es duro perder tu casa tantos años después, pero mi objetivo actual es finiquitar la deuda con la dación en pago”. Mensualmente se le han ido acumulando a la deuda intereses de demora de un 30% y, ahora mismo, el banco le solicita más de 160.000 euros, “cuando casi tenía pagada la casa. ¡Imagínate! ¡Si llevo pagando la casa desde que tenía 20 años! Me piden el doble de su valor teniendo en cuenta la tasación. Es totalmente abusivo. Además, es terrible estar todos los meses metido en este círculo vicioso. Te afecta a la hora de buscar trabajo y te impide avanzar. Te quitan la posibilidad de tener un futuro. Es como estar encadenado”.

Infante ha acudido al Ayuntamiento y el alcalde de Irun se ha mostrado dispuesto a mediar en el asunto y hablar con el banco para que, a cambio del piso, no le pidan más dinero. Juan Carlos cree que va a ser un proceso largo y su prioridad actual es la búsqueda de un piso pequeño en alquiler (dos días después de hablar con él, consiguió las llaves del piso). Puede utilizar para ello la Renta de Garantía de Ingresos (RGI), con la ayuda de los servicios sociales para la entrada. Dice que todo es muy lento, con mucha burocracia por medio.

“Desde el momento en que te dicen que te van a desahuciar, me parece un error que la Administración no tenga ningún protocolo ni ningún mecanismo en marcha. En la pensión, hay una familia de cinco personas y una madre sola con su hija impedida, todos ellos desahuciados. Y el Ayuntamiento tiene pisos de emergencia vacíos. No lo entiendo”.

“Al final cometeré alguna locura”

Después de escuchar este embrollo, hemos hecho una pregunta ingenua: ¿Al banco no le resulta más sencillo negociar en vez de llegar a esta situación? “Sí, pero no quieren crear precedentes: no quieren que los demás piensen que pueden hacer lo mismo. A veces los bancos llegan a acuerdos para que dejen la casa lo más pronto posible y no se haga público porque, de lo contrario, cualquiera puede pedir la repetición de la jugada: tienen miedo de eso. Y es que a día de hoy se siguen practicando muchos desahucios, incluso de personas que están en alquiler”.

Nada más tomarse el café que compartió con nosotros, Juan Carlos Infante se dirigió al Ayuntamiento. Tiene que hacer frente a un montón de cosas, a muchos dolores de cabeza, y ve su futuro muy negro. “Estoy al límite, muy tocado psicológicamente. Llevo mucho tiempo sin dormir y al final cometeré alguna locura: explotaré”.

Esta tierra es nuestra, Fundación Robo hace una versión de This Land is Your Land de Woodie Guthrie.

Escrito por: iturri.2017/02/19 08:10:00 GMT+1
Etiquetas: irun juan_carlos_infante traducciones desahucios kutxabank argia mikel_garcia | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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