Del 18 al 20 de noviembre, estuvimos visitando a unos amigos en Ginebra. Pero antes la crónica tiene que comenzar por los años 90, Bergara.
John
El protagonista principal es un joven John que vino a comienzos de los 90 del siglo pasado a mejorar su castellano en Bergara, casi-casi movido por el "sol, toros, playa" que soltaba como "boutade". Nada más aterrizar en Bilbao, se dio cuenta de que llovía tanto como en su ciudad natal (Glasgow).
A los pocos días vivió su primera manifestación: "beltzas" (los antidisturbios de la Ertzaintza) por un lado y jóvenes abertzales por otro. No sabía muy bien qué estaba pasando. Pero sí que se dio cuenta de que apenas nadie celebraba los goles de la selección española en un bar del pueblo.
Dos años como profesor de inglés hicieron que se convirtiera en alguien bastante conocido en el pueblo. Recuerdo haber ido con él una vez y no parar de saludar a gente, algo que todavía es habitual cuando aterriza por allí.
Siguiente parada, Donostia. Aquí vivió dos o tres años más. Creo que lo conocí en Anoeta, porque nos presentó un amigo común. Como ambos trabájabamos en la Parte Vieja, la relación se estrechó.
Lola
Un verano conoció en Escocia a una chica de Málaga que estaba allí estudiando inglés. A los dos años se casaron en el pueblo de la chica. Era junio de 1996 y, en un hotel de la Costa del Sol, nos juntamos un variopinto grupo de invitados: andaluces, escoceses, vascos... Se jugaba la Eurocopa de fútbol y los guiris seguían los partidos embutidos en las camisetas de sus respectivas selecciones.
Tras pasar dos o tres años por tierras andaluzas (Málaga, Córdoba), John consiguió un contrato en el British Council y se mudaron a Lisboa. Allí tampoco superaron los dos años.
Jack
Cansados un poco de estas tierras, cruzaron el charco: Caracas. Allí estuvieron tres años que valieron por diez.
Lola se quedó embarazada y nació Jack. Cuando éste tenía seis meses, se volvieron para Europa: Suiza, Ginebra. Tiene pinta de pasarse del vino al agua, como les pasa a los txikiteros que hacen caso al médico. Allí llevan ya doce años trabajando como profesores en un colegio internacional.
Ginebra
El colegio tiene dinero y esta pareja tiene ganas de hacer cosas. Así, han invitado a varias docenas de personas a lo largo de estos años. El último fue un periodista de la BBC y el penúltimo Alex Salmond, el político escocés.
La relación de John con el País Vasco es grande y eso le ha llevado a invitar a gente como Kirmen Uribe, Martxelo Otamendi, Jon Garaño, Eva y Zigor Argiñano, Edurne Pasaban, Karlos Zurutuza, Mikel Urmeneta... y el 8 de dciembre (si no recuerdo mal), Joseba Errekalde.
La lista internacional también ha sido importante: Sergio Ramírez, Leonardo Padura, John Carlin, Juan Villoro, Héctor Abad Faciolince, David Grossman, Eva Scholss, Estela di Carlotto...
Fin de semana
La cosa es que llevaban tiempo diciéndonos que teníamos que ir para allá (no a engrosar la lista arriba citada, sino como invitados a su casa) y es lo que hicimos el fin de semana del 18 al 20 de noviembre.
Había un vuelo a buen precio desde Burdeos y en 80 minutos cruzas Francia para aterrizar en el aeropuerto ginebrino. Desde allí, tienes varios trenes (billete gratuito) que te acercan a la estación de la ciudad en menos de diez minutos. El pueblo donde viven está a unos quince-veinte kilómetros y allá nos quedamos a la espera.
El sábado dimos una vuelta por Ginebra y el domingo nos acercamos a Lausana, Montreux y Vevey. Merece la pena visitar, por ejemplo, en Vevey el museo en honor de Charlie Chaplin inaugurado esta pasada primavera: Chaplin's World.
He subido diez fotos a Flickr. Solo me queda dar las gracias a los tres: John, Lola y Jack.
John, Lola eta Jack, apunte hau euskaraz.
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