Ya dije el otro día que no estaba para muchos fuegos de artificio y la cosa ha empeorado desde entonces: el carrusel ha cogido más velocidad. He comprobado, además, que en los momentos críticos aumenta el riesgo de tomar decisiones erróneas. Menos mal que alguien nos quitó el pañuelo de los ojos (gracias, doctor Gil) y no tomamos una decisión que nos hubiera llevado a darnos cabezazos contra la pared durante algún tiempo.
Además, en uno de los momentos más álgidos de la cosa, la Ertzaintza paró mi coche, conducido en aquel momento por mi hermano, en un rutinario control de documentación y me ha clavado (con toda la razón) 70 euros por no haber pasado la ITV. ¡Alegría!
Aún hay más: hemos tenido que anular las vacaciones a Marruecos que teníamos previstas el próximo día 25. Hemos avisado a la agencia once días antes, pero aún y todo hemos tenido que abonar más de la mitad de su precio. No tengo ahora los datos concretos encima. Me parece razonable que tengamos que pagar un 20 % del coste del circuito, pero la compañía aérea (Iberia) nos clava el importe íntegro de los billetes “porque ya están emitidos”. ¿Y quién los ha mandado emitir?
Mi padre está teniendo crisis severas (delirios) y estamos haciendo lo que podemos con él. Uno puede pensar que está preparado para aguantar, pero llegado el momento la realidad supera la ficción (la imaginación, en este caso).
Y gracias a todas las personas que me habéis llamado, escrito o dejado algún mensaje en el blog.
¡Ah! Entre tanta noticia mala, una buena: mientras mi padre ingresaba en el hospital, mi cuñada supo el sexo de la criatura que espera. El abuelo tendrá una nieta. ¿Llegará a conocerla?
Me voy para el hospital dentro de un rato.
Comentarios
Escrito por: R. Berrio.2008/08/18 10:36:26.859000 GMT+2
www.rafaberrio.com
Escrito por: iturri.2008/08/18 16:20:53.102000 GMT+2