Mi intención era dar cuenta hoy de la inauguración de una exposición ayer. Y escribir también que llegué a los cinco últimos minutos de la conferencia de Vicent Partal. Y que me encontré con varios blogueros vascos en la Sala Club del Victoria Eugenia. Y que tenemos nueva convocatoria en Bilbao, este miércoles, en la celebración del programa número 100 de Irratia.com, sin olvidar la conferencia del próximo lunes de Joserra Garzia e Iñigo Fernández Ostolaza. Pero todos mi planes se fueron al carajo al tener conocimiento de las 46 órdenes de arresto dictadas para con los imputados en el sumario 18/98. Algo huele a podrido en esta democracia de postal.
El jueves Tzesne me regaló 1973, el último trabajo de Deabruak Teilatuetan. Punk-rock, rock duro, reggae, disco que entra desde la primera escucha.
Ayer al enterarme de que estaban deteniendo a los imputados del 18/98, me parecía que había retrocedido treinta y cuatro años. Los acusados y sus abogados no tienen todavía conocimiento de la sentencia, pero varios periódicos españoles ya han publicado lo que le va a caer a cada uno. Tremendo. No sé dónde tengo ya mis estudios de Derecho de finales de los ochenta, pero lo aprendido en la asignatura de Derecho Penal no vale para nada en esta democracia.
Ayer Joan Mari Torrealdai fue nombrado euskaltzain o académico de la Lengua Vasca junto a Lourdes Oñederra. Por la tarde, me encontré con Pello Zubiria en la fiesta del décimo aniversario de Argia.com. El caso Euskaldunon Egunkaria no está en este sumario, pero sólo pensar que estos dos hombres buenos pueden ir a la cárcel. Un acádemico, señoras y señores, ¿en qué país se ha visto esto? ¿Se imaginan, por ejemplo, que pudieran encarcelar a José Luis Sampedro, por decir el nombre de un académico de la Lengua?
No tengo demasiado trato con la gente del 18/98, pero, por decir otro nombre, citaré al periodista y pacifista Sabino Ormazabal. ¿Qué ha hecho este hombre para dar con sus huesos en la cárcel?
De todas formas, estoy con Luistxo y con el escritor Jokin Muñoz: están ganando (Nota del 2 de diciembre: he subido la traducción de la entrevista). Estamos asqueados, no tenemos fuerza para salir a la calle. Y mucho menos con ETA asesinando, tal y como ha hecho hoy en Capbreton.
Lo nuestro se acabó, compañeros. Seguiremos porque no queda más remedio, pero se acabó. A este paso, falta poco para que se haga realidad aquella mítica portada del TMEO. ¡Menos mal que nos queda el humor!
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Escrito por: jesus cutillas.2007/12/03 11:29:35.464000 GMT+1