Saio Royo y Ion Martinez Txiki han representado cincuenta veces la obra Ispilua. No es moco de pavo, teniendo en cuenta que Aldatzen Laguntzen es una compañía amateur y que la obra es en euskera.
Rodeados de seguidores y amigos varios, el jueves 23 de mayo dijeron adiós a Ispilua en el DOKA donostiarra.
Llegué tarde a la fiesta y me perdí el monólogo de bienvenida de Jon Plazaola. Pero sí que vi la obra y los músicos que acompañaron en directo a la pareja tocando la BSO de la pieza: Oreka TX, Demodé Quartet, Xabi Strubell y Jurgi Willis Drummond.
La emoción campó a sus anchas tras los aplausos de la concurrencia, porque, como bien dijo Xabino Artedrama, no es nada fácil decir adiós a una creación con la que has compartido camino durante tres años de tu vida.
No conozco a Saioa, pero acertó con la palabra que define a Ion Martinez. Le agradeció la pasión que le pone a las cosas que hace. Y eso es lo que pienso cada vez que me lo encuentro por alguna esquina. Lo verás por el Antiguo o por algún otro barrio donostiarra siempre dispuesto a echar una mano en alguna fiesta con vertiente mínimamente cultural. Se le iluminarán los ojos cuando te cuente la última obra que ha visto en no sé qué teatro cercano y no tan cercano.
Porque a mi alrededor sí que es frecuente la gente que se mueve para ver conciertos, pero Txiki es de los pocos que tira millas para ver teatro.
No se subirán a un escenario con ese espejo en el que te verás reflejado, pero estoy seguro de que ya están pensando en cuál será la siguiente.
50 emanaldi ispiluaren aurrean, apunte hau euskaraz.
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