Pedradas

La ruptura del alto el fuego y el hecho de que la izquierda abertzale histórica (¿no os gusta? Elegid entonces entre tradicional, oficial, ortodoxa o la que más os plazca) se haya hecho con varios ayuntamientos en el País Vasco ha traído consigo que algunos medios con sede en Madrid optaran por mandar a enviados especiales que vienen con el mismo aire con el que se presentarían, por poner un ejemplo, en Gaza.

Hernani

Uno de esos municipios es Hernani. La periodista Marian Betialarrangoitia es, desde junio, nueva alcaldesa de esta localidad situada a escasos kilómetros de la capital donostiarra. La corporación la forman ella y otros siete concejales de EAE-ANV, tres del PSE-PSOE, dos de EAJ-PNV, dos de EA, uno de EB-Aralar y otro del PP. Visto el panorama electoral, parecía difícil otra posibilidad que la que terminó por darse, porque la otra opción, con el PP por medio, se antojaba harto difícil.

A la vuelta de las vacaciones agosteñas,  el nº 2100 de la revista Argia publica (enlace en euskara) una entrevista hecha por Mikel Asurmendi a la alcaldesa. No me la he leído entera, pero me quedo con esta pregunta-respuesta que traduzco al castellano.

Mikel Asurmendi: Ha llamado la atención el reportaje de El País El silencio de Hernani. Leemos en él: “En Hernani no existe una cultura de la paz, ni de pluralismo. Ni libertad de expresión. La guerra no ha acabado”.

Marian Beitialarrangoitia: Eso mismo puedo decirlo yo, porque la izquierda abertzale se ha pasado los últimos cuatro años fuera del Ayuntamiento. Estos (El País y el periodista Jesús Rodríguez) han venido a Hernani como si los ciudadanos de este pueblo tuvieran cuernos y rabo. En vez de venir de manera respetuosa, el periodista vino con la intención de contar lo que no iba a ver. Esta persona estuvo hace once años aquí, muchos ciudadanos le ayudaron entonces y, en contrapartida, escribió un artículo titulado Territorio Comanche, poniendo al pueblo de aquella manera. Tras aquella mala experiencia, muy poca gente ha hablado con él ahora. Es más, es dudoso lo atribuido a cuatro personas en el reportaje. Dos que hablaron con él se han quejado y han denunciado en la prensa que lo que el periodista pone en su boca ha sido manipulado. La única frase que se me atribuye es mentira. La mentira tiene un breve recorrido, no hay por qué responder siempre, el tiempo pone las cosas en su sitio.

Ondarroa

Este año sólo estuve en Ondarroa el Arrantzale Eguna. Mi tío se murió por esas fechas y no pasé los tres o cuatro días que habitualmente paso en las fiestas de dicho pueblo.

Aunque el ambiente fuera tranquilo, había mucha tensión contenida. Una comisión gestora nombrada por la Diputación vizcaína y formada por miembros del PNV gestiona el día a día en el Ayuntamiento, pero eso no ha hecho que la candidatura (ilegalizada) de ANV que consiguió la mayoría absoluta se tranquilice (antes al contrario).

Este año yo no lo he visto, pero Anasagasti cuenta que esta vez también había una pancarta a favor de the organization. Jamás me ha gustado esta parafernalia y me resulta difícil mirar para otro lado (en el blog de Iñaki hay una persona que justifica su colocación  con el razonamiento de que no hace mal a nadie y de que es el  deseo del pueblo; dejemos el daño a una parte, pero que eso sea lo que quiere el pueblo...)

Anasagasti tiene a su mujer Esther Solabarrieta en la gestora. Estaría bien quizás que leyeran lo que escribió el pasado mes de junio José Félix Azurmendi a raíz de otro reportaje del mismo pelo del arriba mencionado y publicado asimismo en el citado diario madrileño.

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