Esta mañana he escuchado la entrevista de Oier Aranzabal y Cristina Tapia a Santi Carrillo, director de Rockdelux, en el magazine cultural diario Ispilu Beltza (DK Irratia).
La veterana revista musical finiquitó su andadura en papel en lo más negro del confinamiento, allá por la primavera de 2020.
Sin embargo, a finales de ese mismo año, con la energía generada por sus más fieles lectores tras anunciar su adiós, han cargado las baterías y han montado una edición digital con el apoyo estructural de Primavera Sound.
Carrillo dice que en un mes nos hemos registrado 12.000 personas. Si te registras accedes a 5 artículos gratuitos al mes; si decides suscribirte, hay dos opciones: a) la mensual, 3,99 euros al mes; b) la anual, 40 euros al año.
Para mí fue una revista que compraba regularmente en la década de los 90. Luego me cansé y solo acudía al kiosco una vez al año para comprarla (normalmente, aquella en la que aparecían las listas anuales hechas por los colaboradores).
He decidido suscribirme anualmente, entre otras cosas porque me gustó mucho la entrevista con John Carlin. Y aunque en su momento me cabreé más de una vez por su soberbia, también es cierto que siempre me han abierto puertas y ventanas en lo musical.
Allá va la charla. Podéis escucharla aquí a partir de los 13:25 minutos.
Oier Aranzabal: Egun on, Santi.
Santi Carrillo: ¿Qué tal? ¿Cómo va?
OA: Aquí andamos. Para nosotros no ha cambiado tanto desde la última vez que hablamos, pero parece ser que para ti sí.
SC: Bueno, pues sí. Como habréis podido comprobar Rockdelux está en activo, en este caso no en papel, pero sí online, disponible para toda la gente que quiera suscribirse. Es una web de pago, en la que te tienes que registrar primero para poder acceder a todos los contenidos, a un precio muy asequible, y estamos ofreciendo contenidos diarios de la música y de otras ramas de la cultura pop que siempre hemos tocado.
OA: Cuando hablamos anteriormente, ya nos adelantaste que si había demanda os plantearíais una edición digital. Y parece ser que ha habido demanda.
SC: Como sabéis, la despedida fue muy emocionante y muy sonada, porque la gente nos conmovió con tantas muestras de afecto después de tantos años. Hemos tenido la oportunidad de aliarnos con el Festival Primavera Sound, que nos ha facilitado la logística para hacer todo esto (oficinas, infraestructura, servicios...) y ello nos ha dado la oportunidad de volver.
Como ya dije en su día, si volvíamos sería de forma digital, pero con el compromiso de que la gente tenía que pagar por esos contenidos, porque no todo puede ser gratis siempre.
Cristina Tapia: ¿Hemos aprendido o vamos a aprender que no todo es gratis?
SC: Yo no lo sé, porque nos hemos malacostumbrado a pensar que en internet todo tiene que ser gratis. Y ya lo he dicho más veces, lo dije aquí también: internet es un medio, no un fin en sí mismo. Entonces, internet te facilita muchas cosas, pero todos los contenidos que se pueden consultar y disfrutar en internet los tiene que hacer alguien. Y ese alguien tiene que cobrar por esos contenidos. Es así.
OA: ¿En qué difiere una redacción digital de una de papel?
SC: Más o menos es una estructura similar. Nosotros, como te he explicado antes, nos hemos integrado en la infraestructura del Primavera Sound, con la gente que trabaja en comunicación, algunos de los cuales ya eran colaboradores de Rockdelux (Joan Pons, Marta Pallares, Aleix Ibars y Víctor Trapero). También con la gente que trabaja en Radio Primavera Sound, donde también hay gente que es colaboradora de la revista como Marta Salicrú... Más los colaboradores externos, tenemos una pequeña estructura allí establecida e intentamos gestionar los contenidos.
Intentamos centrarnos en la música, que es nuestra especialidad, y abrirnos a libros, series, cómics o películas como antes. Pero también a campos que hasta ahora no tocábamos, porque pensamos que es un buen momento para aportar nuevos enfoques: la tecnología, los deportes, la moda incluso, pero desde un punto de vista muy Rockdelux, sin perder el criterio que siempre nos ha caracterizado.
CT: ¿Contáis con algunos de los miembros de la redacción impresa?
SC: Sí, por supuesto. De hecho empezamos a mediados de diciembre con el plato fuerte de Rockdelux, que son las listas del año. Ahí participaron un centenar de colaboradores nuevos y antiguos. Seguimos contando con todo ese caudal de conocimiento de estos colaboradores que nos han permitido sobrevivir más de 35 años.
OA: Es una noticia muy buena poder disfrutar del contenido de Rockdelux en formato digital. Santi, vamos a tomarnos un descanso y te vamos a pedir una canción.
SC: Muy bien. Pues ya hablando de las listas del año, escogimos la canción de Bob Dylan, este manifiesto de diecisiete minutos espectacular, es como una leyenda Bob Dylan en sí mismo, por el hecho de continuar en activo después de tantos años y para demostrar que sigue siendo uno de los valores más importantes de la historia de la música. Con la cantidad de canciones extraordinarias que ha hecho a lo largo de su carrera, en el año 2020 atreverse a hacer un monumento de canción que, probablemente, esté entre sus cinco mejores canciones. Y lo bárbaro que es eso teniendo en cuenta todo lo que ha hecho y demostrar que sigue siendo una voz única con este Murder Most Foul.
OA: Ahora que se ha puesto de moda vender los derechos de las canciones. Hemos visto en los titulares a Neil Young, al propio Bob Dylan, al fondo de inversión Hipgnosis. ¿Qué opinión te merece todo esto?
SC: Supongo que es el fin de una época y ellos mismos imagino que también se ven al final de sus días y quieren sacar mayor beneficio y tajada de su enorme caudal artístico. Es una gran despedida, un testamento en vida para tener más dinero del que ya tienen. Yo lo veo bastante humano y como una recompensa a toda una vida de esfuerzo.
OA: En la anterior entrevista ya comentamos que Rockdelux tuvo algunas propuestas de grandes editoriales. ¿No sé si os habéis casado con algún medio?
SC: Bueno no. Nos hemos casado con el Festival Primavera Sound, quien intercedió para que intentásemos seguir y es lo que estamos haciendo con ellos para concretar un proyecto que estimamos que tiene que tener dos o tres años de recorrido para ver cómo se establece y se desarrolla. Aspiramos también al mercado latinoamericano, intentar conectar con gente más joven... En fin, todo esto es un proceso largo que vamos a ir desarrollando los próximos meses.
CT: Comentabas que te parece humano que haya fondos de inversión que compren derechos de canciones y que vosotros en Rockdelux os vais a adentrar en terrenos no explorados como el deporte, la moda... ¿Es el fin de una etapa en muchos ámbitos y el comienzo de algo totalmente nuevo?
SC: Quizá la música se vive de otra manera. Es evidente que, después de tantos años haciendo revistas, lo notas. Antes la música era algo transformador para la gente, porque podía agarrarse a artistas que dirigían, en cierta manera, ideológicamente su vida en cuanto a comportamiento, en cuanto a actitud.
Ahora la música se consume de otra manera: la gente joven la consume de una manera más rápida, quizá más superficial, pero al mismo tiempo muy intensamente. Porque probablemente ahora es cuando más música se escucha. Entonces hay que llegar a ese público de una manera aproximada a como ellos lo entienden y también buscar estos elementos nuevos que pueden relacionarse con la música, porque es también como lo viven ellos (la moda, la tecnología...) y por qué no mezclarlo con el gran conocimiento que tenemos de cultura pop para intentar llegar a ese público y no solo al público veterano que nos seguía comprando.
CT: Y tú como responsable de la revista Rockdelux, una de las revistas más importantes del sector en España, ¿cómo has vivido ese cambio? ¿qué ha sido Rockdelux hasta ahora y qué va a ser a partir de ahora para Santi Carrillo?
SC: Pues imagínate. Empecé a colaborar en Rock Espezial, una revista previa que luego desembocó en Rockdelux. Ya fui director siendo muy joven. Digamos que ha sido mi vida, porque mi vida personal muchas veces también ha estado ligada a Rockdelux. Hemos pretendido -no solo yo, también la gente que me ha ayudado como Juan Cervera, Francesc Vaz y la cantidad enorme de redactores y colaboradores que ha habido a lo largo de todos estos años- hacer un producto donde la gente pudiese sentirse bien, sentirse reflejada en unas músicas que probablemente no sonaban en las emisoras comerciales y en los programas de televisión más habituales, intentar aportar un conocimiento que les diese pistas y que pudiesen utilizar para desarrollar artísticamente un punto vital, que en sus vidas se rodeasen de libros, de música, yo qué sé, un punto cultural.
Desde ese punto de vista ha sido una cabecera peculiar, porque siendo una empresa pequeña, independiente, sin estar acogida dentro de un gran medio editorial, hemos sobrevivido durante muchos años y con un montón de fans que cuando nos despedimos estaban emocionados y muy agradecidos por el trabajo realizado. Y ahora intentamos seguir, pero de otra manera. Por eso nuestro eslogan ha sido «Igual pero diferente». Es decir, el mismo espíritu pero llevado a otro estadio.
OA: Sin lugar a dudas Rockdelux consiguió en su etapa de papel ser referencia de la excelencia en la música independiente. Era un claro referente para todos los grupos, porque todos ellos querían salir en Rockdelux. ¿Aspiráis a mantener esa misma proyección?
SC: Hombre, evidentemente nos encantaría ser una referencia como lo fuimos, seguir siendo la referencia de la actualidad musical para todos los grupos que vayan surgiendo y de todos aquellos que se mantengan con un pasado que ya conocemos. Bueno, ese es nuestro objetivo: seguir en la cresta de la ola y ser hábiles para descubrir las cosas más interesantes, seguir también criticando discos -que es una de las funciones de Rockdelux-, ser un filtro para que la gente consiga orientarse dentro de toda esa gran avalancha de cosas que están en la red. Intentaremos hacer esa función de la mejor manera como lo hemos hecho hasta ahora.
CT: La estrategia de conectar con los jóvenes, ¿va a implicar tomar otro rumbo que haga que se pierda la esencia?
SC: Evidentemente es un reto difícil, porque hay que buscar un equilibrio entre la gente que ya nos conoce y la nueva gente que quizá nos conoce como marca, pero no se había acercado a Rockdelux. Es un proceso largo y nos hemos marcado dos o tres años para ir desarrollándolo. Como decía, el público latino es un gran contingente de potenciales consumidores de Rockdelux, porque ya lo era de papel cuando se distribuía allí y queremos que también lo sea en digital, porque es mucho más fácil y más directo.
OA: ¿Qué opinas de la música urbana? ¿Eres consumidor? Ahora se ha puesto de moda, ciertos festivales han abrazado la música urbana.
SC: Bueno, la música es una constante mutación desde el origen: el jazz, el blues, el rythm & blues, el soul, el rock & roll... Cada estilo que nace hibrida con otras cosas que ya las habíamos escuchado y deglutido, y crean nuevos elementos. La música urbana -que viene del rythm & blues clásico implementado con electrónica, con hip-hop, con músicas latinas, con el reggaeton, con lo que sea...- es el nuevo vehículo que la gente más joven consume y con el que más se identifica. Como en todos los estilos, hay cosas buenas y hay cosas malas. Vamos a estar ahí intentando aportar nuestro granito de arena para, con nuestro criterio, seleccionar lo que nosotros consideramos mejor.
CT: Nos vamos a tomar otro descanso, Santi. ¿Qué nos puedes pinchar ahora?
SC: Ya que habláis del boom de la música urbana, podríamos poner la que hemos elegido como mejor canción nacional: ha sido un ex aequo de C Tangana con dos canciones. C Tangana está ahora en un punto en el que ha variado su componente y aspira a llegar a más público. Y sus dos últimas canciones -las últimas que sacó en 2020 porque ahora ya tiene otro nuevo tema- Demasiadas mujeres y Tú me dejaste de querer, son dos canciones que se orientan hacia el folklore español de una manera muy digna, con coherencia y aportando ese punto de vista actual y contemporáneo que ha convertido a C Tangana en un artista a seguir, como va a pasar ahora con su nuevo disco que está a punto de salir y donde colaboran muchos artistas latinos de diversos países. Por ejemplo, en Tú me dejaste de querer colabora Niño de Elche y es una gran canción; para mí una de las mejores del año pasado.
CT: Vamos a escuchar a C Tangana entonces.
CT: Santi, hablabas de que los tiempos han cambiado, de que internet hace mucho es una realidad, ¿no sé si hay sitio para la autocrítica?
SC: Siempre hay sitio para la autocrítica. La autocrítica es una cosa que nos ha de acompañar para intentar mejorar. Y nosotros aceptamos las críticas porque nos dedicamos a criticar el trabajo de los demás, así que raro sería que no aceptáramos las críticas que nos hacen o nos puedan hacer.
Siempre es cuestión de mejorar y las críticas te aportan cosas positivas para intentar reconducir las cosas o buscar nuevas pistas para hacerlo mejor.
CT: En este sentido, ¿vosotros habéis detectado algo que podríais haber hecho mejor o que ahora, pasado el tiempo, lo habríais hecho de otra manera?
SC: Bueno, quizá lo que tendríamos que haber hecho es haber afrontado este proceso digital hace unos cuantos años, pero de una manera valiente, arriesgando y hacer una web como es ahora, de pago, para marcar el territorio. Lo que pasa es que quizá anteriormente no era el momento. Ahora creo que ha cambiado el paradigma: la gente es más proclive a pagar por contenidos digitales (Spotify con música u otras plataformas televisivas). Antes la gente intentaba piratear, bajar las cosas sin pagar.
Creo que estamos en un proceso diferente. Los propios periódicos se han dado cuenta de que era imposible seguir ofreciendo información de manera gratuita: todos se están reciclando, buscando esos muros de pago. Por eso creo que este ha sido el buen momento para poderlo hacer, cuando ha habido ese consenso, silencioso pero real, en que la gente ha dicho: «Es verdad. No puede ser todo gratis. Como vamos a estar aprovechándonos de estos contenidos, cuando hay gente que trabaja para hacerlos». Artistas, productores... toda esa gente tiene que cobrar, y los periodistas también, por supuesto.
OA: Como comentabas, la prensa abrazó el todo gratis en la red y ese ha sido su talón de aquiles.
SC: Yo creo que fue algo terrible por parte de la prensa el hecho de ofrecer contenido gratuito. Fue un error garrafal. Por posicionarte, por conseguir publicidad... Ahora ya se han dado cuenta. No puede ser.
OA: Vosotros habéis planteado un registro gratuito, que da acceso limitado a cinco artículos al mes, y dos suscripciones, mensual y anual.
SC: La mensual es por 3,99 €, aunque el primer mes solo cuesta 1 €, una ganga absoluta. Tienes la oportunidad de hacer una suscripción anual por 40 €, con lo cual tienes dos meses gratis.
OA: Aparte de lo digital, ¿habéis planteado algo físico también?
SC: Bueno, proyectos hay muchos, lo que pasa es que primero vamos a establecernos digitalmente. Por ejemplo, ahora estamos coordinando una lista de los mejores cómics españoles, una lista que no se había hecho, y estamos contando con más de 150 participantes: periodistas, autores, dibujantes... Todo esto va a ser un gran proyecto que estamos desarrollando y habíamos pensado que quizás podría editarse un libro, pero todo esto es más una posibilidad...
OA: Bueno, la vez anterior sugeriste como posiblidad un Rockdelux digital y ha sucedido. Por lo tanto, lo anotaremos. Santi, ¿qué tal ha sido la respuesta del público?
SC: La respuesta fue muy entusiasta. Hubo gente que incluso ya se suscribió antes de que saliésemos. Ahora mismo tenemos unos 12.000 registrados y, teniendo en cuenta que llevamos prácticamente un mes, creo que está muy bien. Se trata de que aumente esa base de registros y pasen a ser suscriptores.
Ya digo que estamos empezando y que hay que habituar a la gente: ofrecerles cosas para que les apetezca seguir.
CT: Santi, ¿tienes nostalgia de otra época?
SC: Bueno no sé si es nostalgia, porque es una sensación agridulce, una sensación que te traslada al pasado, a cosas que ya has vivido, cosas que te hicieron feliz o que te hicieron sentir bien. A mí no me gusta demasiado la nostalgia, porque lo importante es el presente. Es evidente que mi aproximación al periodismo musical, al rock en sí mismo, nace de una base rock y que mis ídolos son Lou Reed, David Bowie, Bruce Springsteen, Patti Smith, los Clash...
Es un componente que ahora echo a faltar en el sentido de que no hay artistas que transformen a esa gente de la manera en que nos transformaron a mí y a otra gente de mi generación. Porque para nosotros era un espejo vital, un poco peliculero si tú quieres porque en el rock & roll hay mucho tópico ahí metido, pero era algo trascendente.
Y ahora, como ya digo, la música se vive de otra manera. Apasionadamente también, pero sin ese punto tan importante entre comillas.
Desde ese punto de vista sí que tengo nostalgia de esa sensación de cuando el rock era algo que iba más allá de la propia música.
OA: Muy bien, Santi Carrillo. Muchas gracias por atendernos y ya te llamaremos cuando haya alguna novedad, a poder ser positiva.
SC: Muchas gracias a vosotros por vuestro interés. Estaremos esperando vuestra llamada si hay novedades.
Santi Carrillo Rockdelux-eko zuzendariari eginiko elkarrizketa, eduki hau euskaraz.
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