La cita era a las 11:00 de la mañana.... pero llegué tarde. Tras dar una vuelta por la Parte Vieja y tomar unos tragos, comimos en un restaurante de Amara.
Tras la comida, nos acercamos al Estadio Anoeta. Y allí vivimos el primer momento emocionante del día: cuando el autobús del equipo se acercó al campo. Hicimos más ruido que todas las vuvuzelas del mundo juntas.
Me costó llegar a la puerta 7, allí donde tengo mi asiento, porque se había reunido un mundo para seguir el partido en la pantalla gigante del exterior. Y por fin comenzó el partido. Pero el equipo se pasó toda la primera parte demasiado agarrotado. Menos mal que la cosa cambió en la segunda parte: goles de Xabi Prieto (de penalty) y de Carlos Bueno. Entonces sí, todo el pescado estaba vendido.
Y el 13 de junio de 2010 quedó grabado como una fecha más en la historia de la Real. Y servirá para que las niñas y los niños guipuzcoanos se hagan de la Real, igual que nosotros nos unimos al equipo campeón de los años 81 y 82.
Mientras en San Sebastián tocábamos el cielo (futbolístico), en Córdoba el Real Unión (el equipo de mi pueblo) daba un paso de gigante para descender a 2ª B. ¡Una pena!
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