Hace diez días estuve en el tanatorio por la muerte del padre de una amiga. No había pasado ni una semana y vuelta a visitar uno de estos edificios: mi madrina se murió el pasado 3 de abril.
Hacía tiempo que no la visitaba. Me decían que los síntomas del Alzheimer eran notorios, pero que aún era capaz de mantener una conversación. Murió en Tudela mientras la paseaban en silla de ruedas. Vivía allí con la menor de sus hijas.
El entierro se celebró el sábado. Primero nos pasamos por el tanatorio de Irun y de allí subimos en caravana hasta el cementerio de Blaia. El día era primaveral, luminoso. Ya en Blaia, y tras el rezo del sacerdote, seguimos los pasos de dos enterradores hasta el panteón familiar.
Después de introducir el féretro en el panteón y antes de poner la losa encima, un yerno de la finada leyó unas cuantas palabras escritas la víspera por la noche. Fue el momento más emocionante (para mí al menos). La novia de este hombre, hija de la fallecida, murió en junio de 2007. Ramón tuvo sentidas palabras para ambas.
Desde donde yo estaba, se veía la ermita de San Marcial. También las tierras de Ibarla, parte del Irun más rural. Como no, el gris de la autopista que divide las verdes praderas y, finalmente, la zona más urbana de Irun, a la derecha de la autopista.
Mi madrina se ha muerto en abril y en Irun es ella la que se encarga de regalar (hasta que uno se casa o se arrima, como dicen los mayores) la opila en torno al día San Marcos (el 25 de abril). Hace ya tiempo que no recogía la opila en su casa, pero estoy seguro de que este año me acordaré de ella cuando llegue el día. Descanse en paz.
Luego, visité más tumbas con mis padres. Otra vez me sirvió para comprobar lo rápido que pasa el tiempo, a velocidad de vértigo. Menuda sorpresa al reparar en la fecha real de la muerte de personas que pensaba habían muerto más recientemente: diez, quince, veinte, veintidós, veinticuatro años…
Menos mal que todavía mi padre, hermano menor de la muerta, mantiene la costumbre de cumplir años. Ayer hizo 76. Le acaban de retirar el permiso de conducir, pero se ha tomado la cosa mejor de lo que nos esperábamos.
Comentarios
Qué bonito te ha quedado este apunte, no encuentro una forma más sencilla y natural de expresar todo lo que se remueve por dentro en momentos así.
Petonets
Escrito por: Marieta.2008/04/08 13:37:41.991000 GMT+2
Lo primero, lo siento mucho. Pero es cierto que este tipo de visitas "desagradables" a cierto sitio, te hace ponerte un poco las pilas, saber que debemos disfrutar de lo que tenemos y de lo que queremos tener: Ilusión. Y estar contentos también por tener con nosotros a nuestros aitas (el mío 75). Que de lo malo siempre se saca algo bueno, vamos. Y no conozco el sitio ese pero tiene pinta de tener un buen paisaje y ser buen sitio para descansar.
Un saludo, Imanol Reta.
Escrito por: Imanol Reta.2008/04/09 02:09:21.022000 GMT+2
http://imanol-reta.blogspot.com
Imanol: espero que tu recuperación vaya por buen camino. ¡La dolce vita!
Escrito por: iturri.2008/04/09 08:29:51.887000 GMT+2
Escrito por: Belén.2008/04/09 11:52:3.857000 GMT+2
http://www.elportaldebelen.info
Escrito por: Samuel.2008/04/09 14:44:58.824000 GMT+2
http://www.javierortiz.net/voz/samuel
Escrito por: iturri.2008/04/10 22:20:39.861000 GMT+2