Ayer, aparte de comprar un ejemplar de Berria, me llevé a casa otro de La Vanguardia. Había oído que publicaban un buen cuadernillo cultural los miércoles y, a juzgar por lo visto, mis informantes tenían razón.
En la contra del periódico había una entrevista con Jonan Fernández (gracias a Imanol por el enlace), quien finiquitado Elkarri ha pasado a dirigir el recién nacido Centro por la Paz Baketik. Además, ha publicado un libro titulado "Ser humano en los conflictos" (Alianza) y esa fue la razón de que Lluís Amiguet le entrevistara.
Fernández se muestra optimista con respecto a la evolución del proceso. Cuando el periodista le dice que está varado, él dice que no: "Tengo información. Llevo 25 años siguiendo el conflicto de cerca y tengo mis propias fuentes en las negociaciones, y le aseguro que me confirman que el proceso avanza, pero, sobre todo, que no hay marcha atrás". Según Jonan, la sociedad vasca va cinco años por delante.
Florencio Domínguez, sin embargo, maneja tesis mucho más pesimistas en la columna titulada "El campanero". A su juicio, el proceso de diálogo con ETA está encallado desde hace casi dos meses. Aunque ETA y Batasuna, en el año 2004, se repartieron los papeles, the organization ha sentido la necesidad de dar a conocer quién manda.
Tal y como están las cosas, me parece positiva la publicación de ambas opiniones en el mismo medio.
Filias y fobias
El martes me acosté después de ver el arranque de Noche H, el programa que Eva Hache presenta en Cuatro. Cuenta en la primera sección con un (supuesto) comentarista político. Es un programa humorístico, pero se mojan hasta las cachas. Por ejemplo, al hilo de la última crisis diplomática habida entre los gobiernos de Venezuela y España, aventada con mala baba a cuenta de varios ex miembros de ETA, el citado comentarista dijo en dos ocasiones "abogado de ETA" para referirse al abogado de esas personas.
En estas ocasiones, siempre me viene a la memoria lo que decía el periodista catalán Antoni Batista en el libro publicado en 1999, "Diario privado de la guerra vasca". En la página 216 del mismo, cita una entrevista entre Antoni y la dirección del periódico sobre cómo informar de la creación, entonces, de Euskal Herritarrok:
-Por favor, tal y como están las cosas, no quiero que en un texto en el que aparece mi firma se usen los términos banda terrorista o banda criminal o proetarras. Admito que quien quiera los use, pero yo acabo de leer una tesina (en la Universidad) argumentando que eso es contraproducente.
-Pero lo son, son proetarras.
-¿Y por qué no pones, en lugar de PSOE, el partido pro-GAL?
-Porque es otra cosa. Bueno, pondremos batasunos.
-Si están cambiando el nombre, la noticia es que cambian el nombre. Además, si estás informando, para qué quieres poner batasunos, que es despectivo.
No sé dónde está hoy Antoni. En el anterior gobierno catalán, era jefe de prensa de Bargalló.
Hubo un tiempo en el que, al menos, Javier Ortiz o Antoni Batista eran escuchados en periódicos importantes como El Mundo y La Vanguardia. Hoy, me da que no. Tal y como dice Juan Goytisolo en el cuadernillo cultural: "Con Aznar se retrocedió medio siglo".
Desgraciadamente es así. Tila y paciencia.
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