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2018/12/23 18:45:00 GMT+1

El post-2016 era esto

Hablo por teléfono con una persona de mi gremio, el cultural. Me dice que no llega a nada. Comentamos lo difícil que resulta hoy creerse algo o a alguien, porque da la impresión de que mentimos por encima de nuestras posibilidades. ¿Vivimos en un simulacro?

Hace casi veinte años escribí un correo electrónico a dos personas por algo que ya se me ha olvidado. Titulé el mensaje: ¿Semos (sic) tontos o qué? Hoy, la cosa ha empeorado.

A mí se me quedó cara de gilipollas con la capitalidad cultural del 2016: marcó un hito. Dio carta de naturaleza a una manera de trabajar que ahora estamos pagando.

Tres o cuatro meses antes de que el año más largo de la historia reciente donostiarra apareciera en el calendario (concretamente, el 11 de septiembre de 2015), se abrió el Centro Internacional de Cultura Contemporánea aka Tabakalera. Ha tenido muchos obstáculos y problemas, pero el principal es que, si había un proyecto que daba cobertura a todo, no ha aparecido o no lo han respetado. Y así no hay manera de que la cosa coja velocidad de crucero.

Esta misma semana ha renunciado al cargo Ane Rodríguez, la directora cultural, y la mayoría de la plantilla de la biblioteca del centro (UBIK) está en huelga porque tienen condiciones de trabajo precarias.

 

 

Escribía Haizea Barcenilla este sábado en Berria sobre cómo se ha arrinconado la visión del arte que tenía Rodríguez en el marco (incomparable) de la «festivalización de las ciudades».

En San Sebastián manda el turismo y, sobre todas las cosas, una idea del manejo de la hostelería. Quienes rigen los destinos saben perfectamente qué teclas tocar y cómo hacerlo para que la agenda esté marcada por las luces de navidad y la noria. O como dijo Saizarbitoria hace ya bastantes años: esas encuestas chorras de si los bancos de la ciudad han de pintarse de azul, de blanco o de blanquiazul. Y mientras hablamos de ello, no le hincamos el diente a otras cosas.

Pero también es verdad que aquí no somos de Cultura con mayúsculas. Somos más de postureo.

Son tiempos en los que importa mucho menos qué se hace y mucho más quién lo perpetra. Si es amigo o amiga, fenomenal. De lo contrario, una mierda pinchada en un palo.

Parece que está todo atado y bien atado. Pero puede que sea mera apariencia y que esté más suelto de lo que nos creemos, porque la raíz del problema básicamente se reduce a que ellos sí que están organizados y nosotros no. Y no hay mucho más de lo que hablar.

Y me temo que el tiempo y, sobre todo, el dinero se está acabando.

¡Feliz falsedad!

P.S.: yo hoy quería hablar del cierre del Bar Rekalde, pero al final me he ido por las ramas. O quizás no.

Escrito por: iturri.2018/12/23 18:45:00 GMT+1
Etiquetas: donostia tabakalera cultura donostia2016 | Permalink | Comentarios (1) | Referencias (0)

Comentarios

Eso está muy enraizado, forma parte de nuestra identidad a lo largo de nuestra Historia: La maldita envidia, el maldito desprecio de la buena labor del otro, el afán por la crítica destructiva, el espíritu de desahacer lo bien construido. Reinan los valores mercantiles, todo es una putrefacta mercancía, la Cultura también. Todo ha de ser adornado con brillantes lucecitas y vocecitas navideñas para que el homo consumidor, despilfarrador, devorador, contaminante se regodeé en su hábitat artificial, en su faramalla. La nada, esa es la verdadera presidenta de esta sociedad. Como le decía Carvalho a Biscuter en Los mares del sur: "Esta sociedad está podrida. No cree en nada."

 

¡Feliz conciencia hipócrita!

Escrito por: Luis.2018/12/24 16:35:32.058933 GMT+1
El reino de la sinrazón

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