Un entrenador de fútbol me dijo esta semana esto sobre otro que es una institución: «Le basta con ver dos minutos un partido para saber qué hace cada uno de los 22 jugadores que están en el campo. No he conocido a nadie que tenga esa capacidad». A mí también me gustaría saber a qué se deben los movimientos que ha habido esta semana en la política española. Por ejemplo, lo que ha hecho el PNV.
El día que murió Philip Roth, el PNV votó a favor de los Presupuestos Generales del Estado. Pilló aire Rajoy, pero enseguida se lo quitó la sentencia del caso Gürtel.
Hace poco leí una entrevista de Arnaldo Otegi en la que decía que, cuando salió de la cárcel, no sabía qué eran las redes sociales: «Me sorprendió ver que en las redes todo el mundo era comunista y revolucionario, de lo cual me alegré pero pensé para mí mismo que no debía ser muy cierto porque no concordaba con lo que veía por la calle».
Y me da que quien mejor conoce el paño aquí en el País Vasco es el PNV.
Al contrario que en las redes, miro a mi alrededor y veo que hay muy poca gente contraria al apoyo del PNV al PP.
Puede que yo también viva en una burbuja, pero a comienzos de mes tuvimos una reunión de portal porque se extendió el rumor de que en nuestra calle van a abrir un tanatorio. Sería únicamente un espacio para despedir a los muertos. Es decir, no se incinerarían aquí los cadáveres (están construyendo una incineradora de residuos en Zubieta, a menos de diez kilómeros de casa, y no hemos hecho reunión del portal para hablar de ello, por ejemplo; pero esa es otra cuestión).
Me dice un amigo que no es sólo mi portal: hay abierta una recogida de firmas en el barrio.
En Egia, cerca de la torre de Atotxa, parte del vecindario quería trasladar una cancha deportiva y el Ayuntamiento estaba a punto de hacer realidad la petición. Menos mal que un grupo de padres y madres se han movilizado en contra. Parece que el Ayuntamiento ha paralizado la decisión.
Nos molesta el ruido de la chavalería y no queremos que nada a la puerta de casa nos recuerde que tenemos que morirnos.
Me da que la mayoría de la sociedad vasca gasta sus energías ahora mismo en cosas parecidas (sí, sé que hay pensionistas, feministas y jóvenes movilizados).
No sé si es de Arzalluz esa famosa frase que se le atribuye: unos tienen que darle al árbol para que otros recojan las nueces. Ahora son los independentistas catalanes quienes le dan a árbol y parece que es el PNV quien sigue pillando los frutos. ¿En beneficio de las ciudadanas y ciudadanos de la Comunidad Autónoma Vasca? Habrá que verlo.
Mientras tanto, el Estado aplica el Derecho Penal del Enemigo: a los independentistas catalanes, a los raperos y a los artistas que no tocan la música que deben...
Pero Galindo abandonó la cárcel en el otoño del 2004 (por arritmia) tras cumplir cuatro años de prisión (fue condenado a 71). Jiménez Losantos también le da a la lengua, pero intenta tú decir lo mismo cambiando las víctimas de bando.
A mí, que era joven en los tiempos del Rock Radical Vasco, me parece alucinante que los raperos Valtonyc y Pablo Hasel puedan acabar en la cárcel por cantar. Pero eso está pasando aquí y ahora.
Conviene no olvidarlo.
P. S.: en la web Propaganda pel fet puedes poner pasta a favor de estos raperos.
Arbola astindu eta intxaurrak jaso, apunte hau euskaraz.
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