El pasado sábado, después de flipar con Tom Waits, nos acercamos al Bar Desi de la donostiarra calle Ronda. El bardo de Oria, Giorgio Bassmatti, recababa nuestra presencia. Llegamos tarde al concierto, convertido ya en desconcierto, pero aún tuvimos la gran suerte de escuchar algunos temas que tocó Rafa Berrio.
Lo cuenta con gusto Koldo Almandoz en la web de Entzun. Lo traduzco del euskara al castellano:
Giorgio Bassmatti & friends
Era un concierto sorpresa. Con la excusa de celebrar el cumpleaños de Gorka, dueño del Bar Desi, Giorgio Bassmatti plantó los micros y algún ampli pequeño en medio del pasillo. Robando la electricidad de la máquina de tabaco, ya estaba lista la sala de conciertos. Ejerció de telonero David, venido de la Rioja, con un par de canciones y, a continuación, Bassmatti inició su concierto con Pinpilipaux begi.
La audiencia comenzó a reunirse en mitad del pasillo y al otro lado de la cristalera del bar. Algunas personas que pasaban por allí también metieron las narices entre la persiana semibajada de la galería comercial. Si hay que decirlo todo, ya para entonces Gorka había dejado la barra del bar y la cosa tenía toda la pinta de convertirse en un caos alcohólico. Entre tanto, nuestro bardo hacía su particular homenaje a Sergio Algora, nos cantaba a los chavales que eramos invisibles en nuestra juventud y tampoco se olvidó de la canción que ha hecho conocido a Bassmatti en el mundo entero (y cuando decimos en el mundo entero, queremos decir en el mundo entero): Jerome Kerviel. Giorgio vociferaba al final de cada canción: "hijos de puta... cómo os gustan los singles". Finalmente, Bassmatti abandonó la guitarra y Haritz Elizegi y Diego Zarrabeitia interpretaron un par de temas blues.
Y, de repente, apareció Rafa Berrio acompañado de su perro Lento. El público le pidió enseguida que cantara algo. Rafa es un tipo tímido y querido. Comenzaron a aparecer también varios tipos rebotados del concierto de Waits en el pasillo situado entre el Bar Desi y la pescadería. Para entonces, el pasillo de la galería comercial se había convertido ya en una pasarela de alcohol, estimulantes y calzoncillos. Para disfrute de las 20-30 personas presentes, el señor Berrio se sintió entre amigos y, guitarra en mano, interpretó algunas de las canciones del precioso Harresilanda (La piel a tiras, Yo te sufro, Algo delicado y difícil…). Resulta complicado hacer callar a una cuadrilla de borrachos... pero Rafa Berrio lo consiguió... Incluso tuvimos la oportunidad de escuchar el mítico tema No pienso bajar al centro, algo que no suele ser muy habitual. En un momento dado, Pete Townshead abdució a Bassmatti y estampó su tormenta contra el suelo. Lo sucedido a partir de ahí no puede contarse en un medio de comunicación público.
Sólo una cosa más para acabar. En estos tiempos en los que el underground se vende en tiendas del tipo H&M o Zara, el concierto de Bassmatti & friends fue una acción revolucionaria. Tomamos la zona comercial al asalto, la ocupamos e hicimos una suerte de concierto-fiesta-reunión de amigos del carajo. Si alguien te cuenta alguna burrada de este concierto, no lo dudes: es verdad.
Fotografía y texto original en euskara: Entzun.com
Comentarios
Muy bueno el escrito (traducido) de Koldo Almandoz y muy brillante el título que le ha puesto Iturri.
Eskerrik asko a los dos.
Ahora uno hace una juerga, se corre una francachela, y ya le sacan al público en los papeles. ¡With yours pants down, Giorgio! Vaya mundo.
Escrito por: Berrio.2008/07/19 12:41:15.717000 GMT+2
Escrito por: bassmatti.2008/07/19 14:18:6.931000 GMT+2
besarkada bat guztioi...
Escrito por: k jauna.2008/07/21 12:21:48.850000 GMT+2