Ayer leí la columna que Gerardo Markuleta publicó en Asteleheneko Goienkaria (periódico comarcal guipuzcoano) y titulado "Blog, blog, blog". La semana pasada Harkaitz Cano fue el invitado de una sección del diario Berria en la que respondía a las preguntas de los lectores. Escribí de ello aquí. No sé qué les ocurre a algunos escritores (y otros muchos no escritores), pero creo que se ponen nerviosos con los blogs...
Markuleta
La semana pasada Patxi Gaztelumendi escribió un apunte en su blog sobre el disco homenaje a Lauaxeta. El apunte era muy crítico y tuvo varias respuestas como puede observarse debajo del mismo.
A Markuleta no le gustó el apunte y utilizó su columna en Asteleheneko Goienkaria para expresar su opinión. No me gustó que en vez de criticar lo escrito por un blogger, criticara los blogs en general. Aunque Markuleta dijo posteriormente que no se metía con los blogs, sino con las opiniones infundadas y prejuiciosas.
Cano
Le pregunta una lectora llamada Uxoa Aramendi: "Hace tiempo que no escribes columnas en la prensa escrita. ¿Volverás a hacerlo?"
"Sí que volveré. Escribir columnas es, de alguna manera, como circular por la autopista: necesitas ir deprisa, tener reflejos, seguir la actualidad... Es como patinar sobre hielo: se pueden hacer cosas bonitas, pero como no se puede dejar la columna en blanco... tienes el riesgo de resbalar. A los blogs les veo ese peligro. Estamos creando opinión continuamente, muchas veces sin ser filtrada convenientemente. Estamos muy seguros de que nuestras opiniones le importan al mundo. Pero a mí, va por rachas, me dan ganas de abandonar las autopistas y volver a los senderos".
No sé a cuánto de qué Harkaitz ha de citar los blogs en su respuesta. Claro que puede citarlos. De hecho es lo que ha hecho él, pero me da que hay por ahí una opinión muy extendida de que hay que escribir muy a menudo en los blogs, casi diariamente. Y eso no es así: cada uno escribe cuando puede o le da la gana. Es decir: no hay por qué escribir diariamente.
Los escritores y los blogs
Debajo de la reseña de la columna de Gerardo Markuleta publicada en Sustatu, hay varias respuestas (una de ellas del mismo Gerardo que nos sirve para entender mejor su columna). Estoy más de acuerdo con lo que dice Hasier Etxeberria: "Para mí, es una forma de que los escritores pierdan mucha energía. Por lo menos mientras no surjan verdaderos blogs literarios".
Dice Hasier que el escritor (la escritora) debe tener hambre. Es eso lo que les sucede a algunos escritores con las colaboraciones en prensa. Cano es uno de ellos o Pako Aristi. Han decidido no escribir colaboraciones y dedicar todas sus fuerzas (o buena parte de ellas) a la literatura. Perfecto.
Los blogs y los gitanos
A fin de cuentas, lo que ahora sucede con los blogs es lo que me pasó a mí una vez en la zona de Mosku, en Irun. Había quedado con un amigo en un bar. Mientras le esperaba, miraba por la ventana (o por la puerta) a la plaza. Y veía desde allí una cuadrilla de gitanos. Y así me pilló la entrada de mi amigo en el bar. Le espeté:
"¡Cuánto gitano anda por aquí, copón!"
"¿Muchos gitanos? Yo veo muchos más payos..."
Tenía razón mi amigo. Cinco gitanos y docenas de payos. Y yo diciendo que había mucho gitano.
Quiten la palabra "gitano" y pongan "blogger/bloguero". ¡Si no somos más que cuatro pelados! ¿Que aparecemos en todas partes? ¡Mentira! ¿Que aparecemos más que antes? ¡Ah, eso sí! Se terminó la exclusividad opinadora-opinante.
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