Pedradas

En el último número de la revista Argia, el periodista Aitor Zabaleta firma una columna titulada Kronika zuriak (Crónicas blancas) donde dice en euskara: "El científico Pedro Miguel Etxenike dice que los periodistas debemos ser mensajeros del bien, difusores de sentimientos positivos".

Yo no soy periodista, pero intentaré ir por esa vía. De todas formas, antes le meteré el dedo en el ojo al Gobierno Vasco. Por tanto, ésta será una crónica blanquinegra. Y no sólo por el tono, sino también porque voy a citar a tres iruneses (el blanco y el negro son los colores del Real Unión de Irun).

702.000 euros

Esta pasada semana fue noticia que dos departamentos del Gobierno Vasco destinarán esa suma de dinero para los proyectos de Kepa Junkera. Casi todo lo que tenía que decir al respecto lo ha escrito ya mi buena amiga Marieta. Ella es catalana, pero conoce bien el paño vasco.

Mientras espero las justificaciones de los departamentos de Cultura y Vivienda del Gobierno, sí he de decir que me ha sorprendido lo callados que están los músicos. Y no entiendo la razón.

Tal y como dice Jon Abril en Sustatu, Jabier Muguruza ha dejado el Consejo Asesor de la Cultura. Abril afirma que lo hace por este motivo. Yo no puedo confirmarlo, pero tiene toda la pinta.

La semana pasada Patxi Gaztelumendi y Jabi Zabala le preguntaron en una entrevista radiofónica su opinión a Fermin Muguruza y, como tiene por norma, no se mordió la lengua.

¿Alguien más ha dicho algo?

Músico en Seúl

Ya cité aquí hace un año que Iñaki Diéguez había pasado las pruebas con el Circo del Sol. Ahora, una de las varias troupes de la compañía ha tenido una vacante en su puesto y le han ofrecido un contrato corto de varias semanas. Ya lleva algún tiempo con ellos y ahora está en Seúl. Manda correos electrónicos, pero le convendría abrir un blog. Así podría contestar públicamente a los mensajes de ánimo que sus amigos le dejan en su txoko de Myspace.com.

A Iñaki le quieren prorrogar un mes más el contrato, pero él desea algo más largo. A ver si tiene suerte.

Kronika zuri-beltza