"Sí, lo siento. Otra vez toca tratar del tema de las salas que acogen música en directo, especie bajo ataque. Qué asunto más enojoso ¿verdad? Y sin embargo, urge insistir antes de que sea demasiado tarde. La reciente ofensiva del Ayuntamiento de Madrid contra los locales nocturnos parece contar con el beneplácito de muchas mentes simples, de esas que ven el mundo en blanco y negro: "pues si no tienen los papeles en orden, que los clausuren".
"No es tan sencillo. La consecución de los permisos para actividades nocturnas tiene algo de carrera de resistencia: el sistema está organizado de tal manera que los clubes siempre quedan en la cuerda floja, a merced de cualquier incidente de esos que copan las páginas de sucesos. Igual método que tantos regímenes totalitarios: toleran los trapicheos de sus súbditos, conscientes del poder discrecional que les otorga la artillería represiva.".
Los dos párrafos anteriores son del periodista Diego A. Manrique, publicados el 15 de diciembre de 2008 en El País en un artículo titulado La ciudad bajo asedio. No es la primera vez que los traigo aquí, porque lamentablemente es un tema recurrente.
Donostia, verano de 2010. El Club Le Bukowski recibe la llamada para participar en un programa municipal denominado San Miguel Donostikluba Zirkuitua. El fin del mismo es apoyar la música en vivo en diversos locales de la ciudad.
Febrero de 2011. El mismo club tiene a la policía municipal subida a la chepa. Según parece, hace falta una licencia determinada (de café teatro, una licencia difícil de conseguir) para programar música en directo. El citado local no dispone de dicha licencia. Un vecino ha debido de denunciarles y por eso están los munipas empeñados con el Bukos (no es el único: otros también tienen problemas).
Mi teoría es que en muchos sitios el Ayuntamiento como tal no existe. Hay una figura, el alcalde, que hace de chicle, pero luego cada concejal y cada departamento va por libre. Y ejemplos de ello hay un porrón.
Tal y como ha quedado claro en los dos primeros párrafos, la música en directo no tiene únicamente problemas en San Sebastián. Las cosas están igual en Madrid, en Bilbao, en Barcelona... Este apunte de Nimu resume la situación perfectamente. Los locales tienen serios problemas para cumplir la reglamentación. Las autoridades miran para otro lado a la hora de la celebración de muchas actividades... hasta que el problema explota en los morros.
Josu Bukowski dice que un DJ puede poner música en su local al volumen que lo desee, pero que no hay manera de programar un músico con su acústica. Si eso es así, la normativa no tiene ni pies ni cabeza.
Hay que ir al meollo de la cuestión: locales como el Bukowski tienen que tener la seguridad jurídica necesaria para programar música en vivo. De lo contrario, nuesta pequeña ciudad será más balneario de lo que es. Y yo no quiero vivir en un balneario, ni ahora, ni dentro de treinta años.
Bukowski edo zuzeneko musikaren auzia, apunte hau euskaraz.
Comentarios
Por cierto, como ves la noticia publicada ayer en DV sobre la posible compra de Txillida Leku?
Escrito por: ruffian.2011/02/20 10:52:40.121000 GMT+1
Un geriátrico-balneario: tiene usted razón.
Chillida-Leku: me huele a globo-sonda. Lanzamos la noticia y a ver qué pasa.
Escrito por: iturri.2011/02/20 10:54:25.138000 GMT+1
Escrito por: alajaina.2011/02/21 09:51:2.362000 GMT+1
Escrito por: herrtomaso.2011/02/21 10:02:19.191000 GMT+1