El 15 de noviembre de 2006, en el informativo de las 14:30, la Cadena Ser informó del peligro de que Japón sufriera un tsunami. La edición digital de El País hizo lo mismo poco después.
La Ser precisó que, pese a haberse detectado olas de 40 cm. (!), no se tenía aún noticia de que se hubieran registrado «daños de importancia». Lógico: una ola de ese tamaño no puede causar daños ni en los castillos de arena que levantan los niños en la orilla de las playas.
¿Qué clase de burocratismo general puede llevar a que un disparate semejante pueda pasar por todos los escalones intermedios, desde el teletipo hasta la web o hasta el micrófono, sin que nadie, incluyendo quien finalmente lo mecanografía o lee, se dé cuenta del ridículo que están haciendo?
2006/11/17 11:45:00 GMT+1
Tsunamín
Escrito por: ortiz.2006/11/17 11:45:00 GMT+1
Etiquetas:
| Permalink