Cuando cerraron Egunkaria, no sólo cerraron un diario. Cerraron toda la prensa diaria en nuestro idioma. El único diario en euskera del mundo. Así lo sentimos y lo seguimos denunciando desde entonces.
Sin embargo, técnicamente, había entonces ya un par de embrionarios
periódicos locales, surgidos ambos en el siglo 21. Uno era Hernaniko
Kronika, editado en Hernani, y el otro Egunero, que se editaba en Tolosa y se distribuía en ese pueblo y otros de su comarca, en Gipuzkoa.
De hecho, Egunero salvó a Egunkaria. Los trabajadores del diario, de patitas en la calle el 20 de febrero de 2003, con el jersey olvidado de la víspera precintado en la redacción, tenían una cosa clara: sacar un periódico en euskera al día siguiente. Se lo dije a algún redactor aquel día 20: haced lo que sea para sacar un diario mañana, y ponedle de nombre Egunkaria, por favor. Me hicieron caso en lo primero (no hacía falta que nadie se lo mencionase) pero en lo segundo fueron más listos que yo. Si llega a salir un diario llamado Egunkaria al día siguiente, vete a saber qué más hubiera cerrado Del Olmo, a cuántos más habrían detenido y torturado. De modo que el 21 de febrero, lo que pasó fue que el diario local Egunero, de Tolosa, dirigido por Joxemi Saizar, antiguo periodista de Egunkaria, se distribuyó en todo el País Vasco. Los redactores de Egunkaria se recolocaron como pudieron trabajando con Egunero en las semanas siguientes.
Qué alegría inmensa sentí en mi casa, el 21 por la mañana, cuando vi que mi suscripción con Egunkaria cancelada por la fuerza de las armas, fue sustituida, sin que nadie lo pidiera, por
la de un diario inesperado, Egunero. No sé qué repartidor anónimo vino
entonces a mi portal, pero si me llego a cruzarme con él lo hubiera abrazado y besado, como Adrien Brody a Halle Berry. La lista de suscriptores (datos bancarios y personales incluídos) fue confiscada como todo lo demás, de modo que los repartidores usarían su memoria o sus notas particulares para hacer la ronda en aquellos días, sabiendo además que su empleador, quien pagaba su nómina, había sido cerrado.
Egunero fue nuestro periódico en euskera durante unas cuantas semanas,
mientras los trabajadores de Egunkaria y miles de vascos se organizaron
para crear una nueva empresa, recaudaron dinero, crearon infraestructuras que sustituyesen a las robadas, y naciera al fin Berria, un nuevo diario en euskera, en junio del mismo 2003.
El repartidor del periódico trae hoy a mi buzón dos diarios cada mañana, los dos en euskera, Berria e Irutxuloko Hitza, periódico local de Donostia.
La imagen es la portada de Egunero del 24 de febrero de 2003. La víspera tuvo lugar en Donostia la mayor manifestación jamás vista en la ciudad en protesta por el cierre de Egunkaria.
Comentarios
k pongan mas imformacion es muy poco lo k uno puede saber
Escrito por: alessandra.2009/11/23 23:52:18.469000 GMT+1
vitor015