El primer juicio contra cinco encausados (Joan Mari Torrealdai, Txema Auzmendi, Iñaki Uria, Martxelo Otamendi y Xabier Oleaga) comenzó el 15 de diciembre de 2009. El devenir de las vistas fue favorable a las defensas, o así lo vieron tanto ellas, como los mismos acusadores que, con indicios claros de nervisiosismo aparecieron en prensa descontentos con cómo iba el juicio. Hay crónicas breves de cada día de las vistas en este bloque de posts. Como puntos destacables cabe resaltar que los testimonios de la Guardia Civil no quedaron en muy buen lugar, y que las defensas trabajaron para fijar la verdad histórica del devenir de Egunkaria (su fundación, selección de director...)
La fiscalía mantuvo su postura anterior de que no había delito alguno, y se reafirmó en ella tanto en las vistas como en las conclusiones finales.
En el plano anecdótico, queda para la memoria lo de las traducciones imaginativas que proporcionó la Guardia Civil.
Fuera de la Audiencia Nacional, cuando no había vistas, los acusados (sobre todo el hiperactivo Martxelo Otamendi), azuzaron el movimiento de solidaridad con Egunkaria, y el trabajo de información y denuncia ejercido por estos, unido a las evidencias que afloraban en las vistas, dio sus frutos: puede apreciarse ello, por ejemplo, en el cambio apreciable de la postura socialista en el País Vasco.
- Al comienzo del juicio, el Gobierno Vasco emitió un comunicado bastante timorato.
- Para cuando acabó, el PSE-EE y el resto de fuerzas del Parlamento Vasco (salvo el PP) aprobaron una declaración mucho más clara, pidiendo explícitamente la absolución de los acusados.
La acción comunicativa desarrollada durante el juicio reactivó igualmente el movimiento solidario en el País Vasco, en Cataluña y también en España. Algún grupo de solidaridad, como el de Madrid, lo pasó mal, con actos prohibidos y siendo tachados de pro-etarras; pero quedo el poso, y al saberse el veredicto a mediados de abril de 2010, las voces denunciando lo ocurrido han tenido más eco que nunca.
El juicio quedó visto para sentencia el 1 de febrero de 2010. Se esperaba una resolución pronta, pero se demoró; justo antes de Semana Santa se anunció con 15 días de antelación que el veredicto se comunicaría el 12 de abril. La sentencia fue, al final, absolutoria, para con los acusados, y para con Egunkaria. Y fue una sentencia contundente y trituradora (como dijo alguno) al valorar el origen y el devenir de este caso.
Comentar