------------
Torrealdai, Uría, Otamendi, Oleaga y Auzmendi (como antetítulo)
Victoria de la libertad de expresión
Señores directivos de Egunkaria...El 21 de febrero del año 2003, mientras la mayor parte de los columnistas y tertulianos, "progresistas de salón" ellos, callaban como putas, me permití yo publicar la canela fina que, sin modificar una coma, reproduzco a continuación:
“O se está con la libertad de expresión o se está contra la libertad de expresión. Si se está con la libertad de expresión hay que hacerlo con todas sus consecuencias. El periodista no es un ciudadano impune. Si delinque debe pagar su culpa, dentro del ordenamiento jurídico de la democracia pluralista. Pero los periódicos impresos, hablados o audiovisuales no delinquen. Cerrarlos es una atrocidad que fractura la libertad de expresión en su misma raíz. Un juez puede procesar a cuantos periodistas o gestores de un medio entiende que están cometiendo delitos. No puede arremeter contra el propio medio. Todo esto lo dije cuando el juez cerró Egin. Lo repito ahora con relación a Egunkaria. Es una cuestión de principios. Defendí la libertad de expresión contra la dictadura de Franco, con el riesgo que en aquella época suponía. Lo hice después cuando me correspondió la tarea de representar a mis compañeros en las Asociaciones de la Prensa. Me moriré defendiendo ese principio, que es el arco sobre el que reposa el entero edificio de la democracia pluralista y la clave para el ejercicio de esta hermosa y dura profesión del periodismo. Uno de los momentos más tristes de mi vida profesional fue la voladura del diario Madrid. Yo no trabajaba allí pero aquella tropelía fue el símbolo de la dictadura contra la libertad. Contra la libertad de expresión. No puedo estar más lejos de las posiciones de Egin y Egunkaria. Pero nunca, nunca, callaré cuando se lesione la libertad de expresión”.
Me alegra comprobar ahora, siete años después, que los tribunales de Justicia han dado la razón a lo que entonces escribí. Y redacto estas líneas, señores directivos de Egunkaria, con el pensamiento puesto en Teresa Toda, que trabajó conmigo en el ABC verdadero, que es una gran profesional del periodismo, y que padece ahora en la cárcel salmantina de Topas.
------
Hasta aquí lo de Anson, académico de la lengua española y antiguo director de ABC y de La Razón. Teresa Toda fue periodista en Egin, y por ejercer un cargo en aquella redacción fue condenada como si fuera una terrorista en el juicio 18/98. Hay que recordar que Egin fue cerrado por la brava en 1998, y que la sentencia de ahora de Egunkaria dice que eso de cerrar periódicos no tiene encaje constitucional...
Otros artículos interesantes publicados este domingo han sido la reflexión de la defensora del lector en El País, y esta entrevista a Martxelo Otamendi en Gara.
Comentarios
Escrito por: Andrés.2011/01/28 01:02:29.215000 GMT+1
Escrito por: xaranga.2011/05/11 18:03:29.667000 GMT+2