Fui criado en la misa dominical, la catequesis y el entusiasmo por el paraiso. El problema es que también me enseñaron a buscar la verdad y a no engañarme a mí mismo. Un día, ambos caminos resultaron divergentes... pero no pude elegir, el vértigo de la nada se impuso. Lástima, con lo feliz que era yo imaginando el más allá.
Ayer hablaba con un amigo sobre nuestros hijos (*), ellos, seres humanos criados sin la presión de lo trascendente. Nos sorprendía cómo les resulta de lo más natural la nada (qué va a haber). Es más, hablan de los cristianos como de una secta totalmente ajena...
Entiendo que de ellos es la razón, pero a mí de vez en cuando se me escapa un sentimiento de malsana esperanza por que haya algo tras la muerte, no lo puedo evitar, así me hicieron y me lo hicieron bien (miles de años de práctica pueden con la más tierna infancia).
Supongo que este mismo contraste lo habrán vivido algunas generaciones de padres antes que nosotros (¿desde principios del siglo XIX? ¿o ponemos el XX?). Ojalá que no ocurra por siempre y que llegue un día en que nadie tenga que sufrir la angustia de perder el paraiso, sencillamente porque nadie crea en él.
(*) Con sus dos añitos el Ulises está muy avanzado en lo de la filosofía. Eso tiene crecer en una biblioteca llena de cómics: "una imagen vale más que mil palabras".
Comentarios
Si te sirve de consuelo, siempre puedes demandar a Dios XD
http://actualidad.terra.es/internacional/articulo/dios_senador_estadounidense_demanda_causar_1860493.htm
Remitente: Izaam.2007/09/19 15:18:45.807000 GMT+2