No sé nada, nada entiendo,
una hoja de papel blanco al viento.
No hay certeza que me valga,
ni razón ni compasión, ciencia o magia.
Salir corriendo de su presencia
cuando no está,
apartarla de mi mente,
quiero descansar.
Ni que venga, ni que vaya,
aunque cuando coincidimos me encanta.
Su sonrisa, su mirada,
como un beso que se cuela y te gana.
Tanta duda, tanto miedo
esto no es normal,
¡No me jodas
que me he vuelto a enamorar!
Porque quiero que me quiera,
que me quiera porque quiere quisiera.
No pretendo forzar nada,
pero un gesto, una palabra y estalla.
No he llegado al paraíso,
voy en autostop,
si ella me recoge monto
y vamos los dos.
Cuando el análisis geopolítico general choca con los casos de abusos en los derechos humanos individuales se puede dar una extraña paradoja, a mí me está pasando últimamente con varios casos.
Estando en contra de cualquier abuso contra derechos humanos fundamentales, lo más normal es criticar al gobierno que los comete y luchar para que esto no ocurra con todos los medios al alcance de uno.
Pero cuando ves que ese gobierno está luchando contra la agresión imperialista de occidente, le coges una cierta simpatía a la independencia de ese país y no te gustaría que occidente usara las agresiones a derechos humanos como pretexto para invadir un país que le viene muy bien a sus planes hegemónicos.
Tú no te metas en cuestiones de las que no sabes. Se defienden los derechos humanos individuales, como sea necesario y basta de conspiraciones. Me dicen algunos.
No puedes anteponer los abusos individuales a la libertad de los pueblos, porque si haces eso sólo estás dando el poder a un torturador mayor, a nivel internacional y desde tu cómodo sillón que no sufrirá las bombas. Me dicen otros.
Pues sí y no, digo a ambos. Pero eso nunca es suficiente, a la hora de apoyar… ¿qué?
No a todo tipo de torturas. No a todo tipo de invasión. ¿Y cuándo ambas se contraponen? Y no hablo de teorías, hablo de Irak, Afganistán, Libia… Siria, Irán. Los objetivos geoestratégicos pasados y los que vendrán… ¿Cómo se lucha contra una dictadura desde la autoridad moral del colonizador?
Firmo gustoso cualquier campaña contra un gobierno torturador, pero… ¿y si esa campaña se usa como herramienta necesaria para justificar una invasión (si hasta los hippies se ponen de acuerdo en esto, es que ocurre)? Y vuelvo a repetir que no es sólo una teoría, hablo de Avaaz y su campaña actual contra el gobierno de Siria… la misma que antes de la guerra de Libia (que firmé en su momento). Ahora y visto lo visto ¿firmo o no?
Una hoja de papel blanco al viento.
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