No nos sale del revés,
no lo decimos en falso:
Podemos descender a lo más alto,
todos.
Aquí o allí o entremedias
pero siempre intentando estar cerca
de lo que da sonrisas y claridad.
Ni aburrido, ni vencido, ni angustiado, ni dormido,
ni solo entre tantos solos sino en lo que es natural.
Si me encuentro con la muerte y gana la vida
es porque no tengo nada mejor que hacer.
Un poco de diversión, un tanto de sensatez,
y si agoto una ilusión busco otra.
El mundo sobre la mesa, música, conversación,
una cerveza, un ajedrez y un chocolate caliente.
Envueltos en sensaciones seguimos llamando amor
a la deliciosa inercia de las caricias.
Tienes límites difusos la ciudad interior
y por sus viejas paredes
todavía corre humanidad,
que no es poco.
Se acerca, otro año más, el aniversario de la muerte de Gandhi. Está bien que de vez en cuando los hombres buenos no desaparezcan en el polvo de la historia. Todos vamos empujando anónimamente a todos en una dirección u otra, con eso es suficiente. Pero algunos lo hacen mejor que otros (o así lo queremos ver quienes les honramos por ayudarnos a empujar en la dirección que creemos más conveniente aunque la verdad no la sepa nadie).
El otro día me di de alta en el facebook en un grupo (por error) escrito en árabe. Me entró miedo porque no sabía (no entiendo el árabe) lo que defendían en esa página, tan frágiles somos. Un amigo musulman me tranquilizó comentándome que era de un grupo contra la islamofobia. Ese tipo de fobias me dan fobia, no entienden que la corriente tranquila de la realidad es mayoritariamente (necesidad evolutiva) solidaria... No es que yo defienda a ninguna religión, más bien todas hoy por hoy me producen yuyu... pero respeto que existe una visión amable del mundo producida por las grandes religiones y mientras esa visión exista, creo que no se las debe atacar por culpa de las minorías extremistas (cristianas, judías, islamistas... o las que sean).
Gandhi utilizó la religión como fuente para su pensamiento no violento. Sólo eso me basta como prueba. Una mala semilla no puede producir frutos buenos. Y él de eso sabía mucho, que fue asesinado por extremistas religiosos… fíjate si sabía que le costó la vida… paradojas imposibles… la vida misma.
En la canción que he subido hoy quise reflexionar sobre la impredictibilidad de la naturaleza humana. Todos seríamos capaces de todo, movidos por determinadas circunstancias. Pues bien. ¿Qué circunstancias podríamos crear para hacernos aún más capaces de bondad? ¿Cómo contribuir a iluminar esa ciudad interior? ¿Cómo hacer que merezca la pena? Con o sin religiones, pero sin odio. Gandhi.
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