Sí, el 2 de julio de 2006, Marat, mi extraviado compañero de "Voces amigas", ya lo tenía claro. Os dejo aquí lo que escribió en su blog cuando se confirmó que Ramón Calderón ganaba las elecciones a la presidencia del Real Madrid en medio del escándalo por la anulación del voto por correo.
La tele de Marat (2 de julio de 2006)
Ramón Calderón: de lo malo, lo peor
El club de fútbol más laureado del mundo amenaza ruina. Deslumbrada por el oro falso, extasiada por los cuentos galácticos, crédula hasta la médula, parte de la masa social del Real Madrid ha decidido que Ramón Calderón, discípulo de Florentino Pérez, sea el próximo presidente del club. Apenas un 25% de los socios con derecho a voto ha acudido a las urnas. Es una pena, una tragedia para los madridistas, pero en esta histeria (que no historia) se cumple eso de que “tienen lo que se merecen”. Calderón es lo que se merece el Madrid y es de lo peorcito que se podía encontrar un club maltratado por presidentes nefastos.
El ganador de unas asombrosas y vergonzantes elecciones ha sacado tajada de la nefasta experiencia del empresario Pérez, ahora más rico que antes. Fue uno de los bailaores de su cuadro flamenco, pero cuando Paquetito de ACS se bajó del tablao, Calderón vio su oportunidad y preparó su vestidito de faralaes.
Digo que es una tragedia porque este tipo ha aplaudido a boca llena las maniobras orquestales en la oscuridad de Florentino, al que ayer más de uno llamó traidor. Esta es una historia de idolatría a Judas. El Madrid se prepara para vivir la última cena, que queda todo como muy bíblico.
El engominado Mijatovic se perfila como director deportivo, sin que sepamos si Ana Obregón será directora de comunicación de la entidad. Fabio Capello volverá a aburrir al personal en el Bernabéu, aunque en esta ocasión no tendrá a Lasa como jugador número doce. Y a estas horas hay codazos por colocarse en la noria periodística de Calderón, que ha prometido una radio on line, consejo directo de uno de sus amigos divos, necesitado de dar jipios y voces en radios menores, ya que en las mayores no lo quieren.
Esta apuesta huele que apesta. Robben, Kaká y Cesc han sido los protagonistas de la charlatanería de Calderón en esta feria de vanidades y colosal descaro. A ver si este hombre de verbo fácil y excelente olfato para los negocios cumple su palabra. Aunque, claro, en el fútbol todo es una cuestión de talonario y manejar el dinero ajeno es fácil. Calderón es lo que se merecen los socios del Real Madrid. Ahora sólo les queda decidirse por el epitafio.
---------------------
A mí el tufillo también me irritaba, que conste en acta. He aquí una muestra:
-Calderón rima con dimisión (7 de diciembre de 2008)
- La metamorfosis de un madridista (19 de noviembre de 2008)
Comentar