Desde que Javier falleció, este blog –al de Jean Valjean, a la celda, me refiero- no es el mismo. Fundamentalmente porque yo, que soy quien lo alimenta, no soy el mismo. No tengo la misma ilusión ni la misma energía. Ni siquiera tengo tiempo. El estrés del día a día impone su dictadura y deja poco espacio para la reflexión. Para escribir hace falta reflexionar; si no, pasa lo que pasa y, vale, encuentras trabajo en los intereconomías de turno, pero tampoco es plan. El fin no justifica los medios. Me morderé la lengua y sangraré, pero saborearé mi sangre sin recurrir al vampirismo.
Javier, no en pocas ocasiones, me animó a seguir manteniendo con vida este lugar. Pero, sobre todo, Javier me empujó, aun sin saberlo, a fertilizar mi espíritu crítico, a cuidarlo, a levantar la voz y discrepar, a mostrar mi malestar, a refunfuñar, a reflexionar. Al hacerlo, durante estos últimos años, –o al intentar hacerlo, que no siempre lo conseguí- , me he ido encontrando con todo tipo de escenarios, por los que he pasado con la vitola de “polemista”, “pesimista”, “fascista”, “comunista”, “etarra”, y no sé cuántas lindezas más. Quizá la única expresión que he recibido y aceptado con naturalidad sea la de “resentido”, porque no puedo negar que, con los años, me he convertido en un resentido social. Con esta definición, Javier Ortiz mantuvo su blog a diario, sin descanso ni pausa hasta su adiós definitivo. Diseccionó la realidad como si su pluma fuese un bisturí, acometió la escritura con inteligencia y con una criticidad providencial. Fue, sin pretenderlo, mi gran maestro. Y ahora que no está, me doy cuenta de que aprendí más bien poco. Es lo que tiene ser un alumno sin fuerza de voluntad ni constancia. No sé si volveré a recaer en la ilusión escrita, pero ahora, hoy y aquí, ando flojo de fuerza para tratar de cambiar nada mediante un discurso. Cuando tanto se manosea el sentido de la palabra Libertad, cuando tanto se zarandea la palabra Democracia, uno acaba por apartarse y dejar que en el camino sigan sobándolas y manipulándolas quienes se han apropiado de la política, de nuestra política. Ellos se reparten las ganancias, el pescado. Pues buen provecho. No seré yo quien eructe sobre las cenizas de la ética.
Cada día paso por el lugar donde estuve con Javier por última vez charlando. Cuando lo recuerdo ahí, sentado conmigo, siempre me asalta un sentimiento de absoluta e inconsolable impotencia. Confieso que ya no sigo sus escritos en la web. Cuando lo he hecho me he sentido frustrado, dolorido. Siento rabia por su ausencia. Me duele leer a Javier. Me duele. Supongo que algún día aprovecharé mi escaso tiempo libre para releer su obra y volver a paladear la grandeza de una mente privilegiada, pero ahora no puedo. No tengo a quién pedirle explicaciones por la desaparición de Javier; ya me gustaría poder echarme a alguien a la cara y ajustar cuentas, pero mi imaginación no me da para la fe. Ni siquiera el miedo.
No sé si volveremos a vernos. No sé si Jamaica existe. Será que, como le conté a él cierto día, hoy me he levantado socrático y sólo sé que no sé nada.
Me encantaría acudir a San Sebastián a su homenaje, pero no me resulta posible. Me consuela el hecho de que cada día le rindo mi particular recuerdo. Mi reverencia diaria ante su maestría me lleva a iniciar cada sesión o viaje por Internet en www.javierortiz.net.
No sé si llegaré a abuelo, pero si tengo oportunidad, algún día le contaré a algún nieto que una vez me subí a una patera, remé junto a Javier y un buen puñado de amigos, y nunca más volví a ser el mismo.
¿Mejor o peor? No lo sé, pero distinto.
Comentarios
Escrito por: iturri.2010/04/28 14:48:22.579000 GMT+2
Escrito por: Marieta.2010/04/28 16:12:41.375000 GMT+2
Escrito por: Jean.2010/04/28 16:17:48.082000 GMT+2
Creo que también habría sido el décimo aniversario, o por ahí, de la Patera. Recuerdos a todos.
Escrito por: black.2010/04/29 02:24:28.168000 GMT+2
Es un sentimiento mezcla de impotencia y agradecimiento profundo, cercano a la ansiedad, lo que le guardo. Inevitablemente.
Un abrazo.
Escrito por: Miguel.2010/04/29 09:23:13.394000 GMT+2
http://www.trebol-a.com/author/miguel/
Escrito por: Jean.2010/04/29 16:34:12.354000 GMT+2
Jamaica no existe. Lo sé, he vivido allí.
A día de hoy vemos, sabemos y conocemos el salario del miedo. No solo en Jamaica. Jamaica es la golbalización en carne viva.
Escrito por: leo.2010/05/27 23:09:13.061000 GMT+2
Escrito por: paula.2010/05/28 17:12:7.898000 GMT+2