"Si algunos políticos no quieren ir a la ceremonia (de los JJ.OO.), no hacen ninguna falta. Los que hacen falta son los atletas", ha dicho Samaranch en declaraciones al diario ABC.
El Marqués de Samaranch sabe de lo que habla. Pero como no podía ser de otra forma, sus declaraciones están revestidas de un cinismo infinito. Él mismo fue un atleta al servicio de Franco. Pero sobre todo, un político al que se le conoció como El Señor de los Arillos. Ganador del Premio Príncipe de Asturias -otra cosa que le viene como anillo al dedo-, debería colgarse del cuello también la medalla al descaro y a la cara dura. En estas modalidades vitales, tan valoradas y premiadas, él está acostumbrado a no bajarse del podio.
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