Son cada día más los medios "serios" que en sus páginas dan cuenta de ñoñadas, sabañones de folclóricas y otras naderías. Convertidos en productos de distracción, propaganda, mitineo e incandescencia empresarial, los otrora diarios de información son ya más un soporte para publicidad -incluida la del sexo, si es que no todo es sexo- y un bazar de productos que van desde los libros para niños hasta las planchas para alisar el pelo, que un medio para conocer la actualidad -que no la realidad, que ésa conlleva introspección y espeleología-.
Hace unos días se podía leer en el diario digital que presume de liderazgo mundial lo siguiente: "La actriz Kate Winslet revela el secreto de su belleza. Hacer pilates. Ese es el truco de la actriz británica..."
La verdad es que me importa un comino si la belleza de la chica de Titanic se debe al Pilates o a un pacto con el diablo, pero, vamos, digo yo que algo tendrán que ver los cosméticos, el tinte para el pelo, la depilación láser y otros artificios.
Aquí pueden leer otro ejemplo de lo que es una noticia absolutamente intrascendente que ocupa un lugar excesivamente prioritario. Si lo que se cuenta en ella merece espacio en la portada de un medio digital con más de un millón de lectores, que venga Pedro J. -incluyendo su nuevo diseño- y lo vea. El gatekeeper estaría de vacaciones, digo yo. Esto es, en fin, el periodismo del siglo XXI.
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