Hoy me duelen las ideas. Intento no pensar en nada, pero casi me ahogo. Llevo un mal día. Puede que sea cosa del 23-F y que mis órganos estén barruntando un golpe. Paseo junto a melancólicos y seres medio abatidos por jardines a la luz de un sol que parecía huido para siempre. El sonido de una fuente me atrae hacia ella. Cesa el dolor. Un simple y elemental chorro de agua me distancia de los anhelos y de los sueños incumplidos. Vivir con calma, respirarla es como atrapar un ave de mantequilla que se dirige enfurecida hacia el sol emulando a Ícaro. Los sueños se desintegran, se desvanecen, se derriten. Doctor, se me derriten las ideas, las penas y los lamentos. Creo que aquí hay un error –me responde-, yo soy de digestivo. Hago de tripas corazón y me marcho a otra parte a ver si alguien quiere escuchar los ecos de un alma irascible que anda sin sosiego estos días.
2011/02/23 22:02:57.729000 GMT+1
Platón y melancolía
Escrito por: Jean.2011/02/23 22:02:57.729000 GMT+1
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